Una resolución de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad, de la consejería de Desarrollo Sostenible, establece la caza de “diversas especies” como una “actividad necesaria”. De este modo, para realizar esta actividad sí se podrá entrar o salir del territorio, a pesar del cierre perimetral que se ha establecido debido a la crisis sanitaria.
La Dirección General apela a la necesidad de la caza, cuando está vinculada a la gestión de la dinámica de poblaciones, en especial, en el caso en que se identifique una “sobreabundancia” de ciertas especies que puedan ocasionar “graves daños” a la vegetación natural y los cultivos agrícolas. El departamento cita también cuando se pone en riesgo la seguridad vial o incluso la posible transmisión de enfermedades para la ganadería o, “potencialmente” para la salud pública.
La resolución señala que “aproximadamente” la mitad de las licencias de caza emitidas en la región se corresponde a cazadores de otras Comunidades Autónomas, por lo que el confinamiento supone una “importante limitación” del control cinegético. Además, recalcan que la caza se caracteriza por realizarse al aire libre y con suficiente separación, por lo que “puede considerarse una actividad con riesgo bajo de transmisión de la COVID-19”.
De este modo, la dirección general declara la caza del conejo, en zonas específicas; del jabalí, el ciervo, el corzo y la cabra montés; el gamo y el muflón; y la especie exótica invasora de caza mayor el arruí como “actividades necesarias”, para las que se podrá entrar y salir de la región. Eso sí, si las personas cuentan con autoridad “expersa” para la gestión de las especies cinegéticas con riesgo de “sobreabundancia”.
De este modo, se deberá contar con un justificante del titular cinegético u organizador de la cacería, con un modelo que está disponible en la sede de la Junta de Comunidades. Sólo podrán desplazarse quienes participen en la cacería, sin acompañantes. Estas medidas entran en vigor a partir de este sábado, 28 de noviembre.