¿Crees que San Valentín puede ser feminista?

“Es hora de replantear algunas realidades porque la sociedad está cambiando”. Esta es la premisa que ha motivado a una floristería de la región al lanzamiento de su primera campaña de publicidad feminista para la celebración de San Valentín.

Desde la localidad ciudadrealeña de Socuéllamos, la Floristería Gardenia ha elegido el color morado para crear un 14 de febrero totalmente feminista y no solo por las tonalidades violetas que adornan su escaparate.

“Queríamos cambiar el enfoque porque se suele ver la flor como algo peyorativo asociado a una forma de pedir perdón por un mal comportamiento, como si las flores pudieran justificar las malas conductas masculinas y las mujeres, por el simple hecho de recibirlas, tuvieran que quedarse contentas”, explica Caridad García Colado, propietaria de Gardenia.

Según García, cuyo negocio dirige desde hace más de treinta años, las mujeres compran flores con un fin bien distinto. “Tradicionalmente ellas las han adquirido para mantener el hogar bonito, nunca se les habría ocurrido dárselas como obsequio a un varón.”

El equipo de Gardenia está formado por García, su hijo Manuel de 31 años y por su hija Nilan de 16, quien suele echar una mano en el negocio familiar con las redes sociales. Dos generaciones que han hecho una apuesta clara por implantar la igualdad de género en un ámbito con numerosos estereotipos sexistas.

“Te quiero libre, feliz, digna e igual”

La suma de la experiencia de Caridad García y la juventud de Manuel han dado como resultado una campaña de marketing con tres objetivos claves: fomentar relaciones de pareja en igualdad; apostar por nuevas masculinidades; y hacer de las flores algo más que simples elementos decorativos.

“San Valentín puede llegar a ser feminista. En el momento que cambies tus regalos y tu forma de enfocar este día estás llevando a la práctica soluciones para conseguirlo”, mantiene García quien ha optado por el eslogan “Te quiero libre, feliz, digna e igual” para conmemorar el conocido como “día de los enamorados”.

Gardenia se ha convertido en uno de esos actores sociales que luchan activamente por hacer de las nuevas masculinidades una realidad. “Hay que cambiar la concepción sobre recibir belleza porque los hombres también tienen el derecho de disfrutarla. Es hora de que sean ellos los que puedan recibir obsequios como un ramo de flores.”

Según la experiencia de García, muchas clientas que compran flores como regalo masculino solicitan “adornos más varoniles”. Sin embargo, aumentar el simple consumo en su establecimiento no es el objetivo de la socuellamina. “Nosotros queremos que el público entienda que la flor no es masculina ni femenina, tiene un significado por sí sola, más allá del género”.

Gardenia ha conseguido basar sus ventas en una especie de consumo responsable en el que no tienen cabida ni los estereotipos sexistas ni los roles de género. “Si quieres regalar flores, regala flores”.

Con apenas quince mil habitantes, Socuéllamos es una de esas zonas rurales caracterizadas por los numerosos estereotipos y roles de género que perduran. Sin embargo, “cada vez son más las mujeres que acuden a la tienda para comprar flores para sus novios o maridos”.

En Gardenia la belleza florística se completa con poesía

Caridad García no duda en compartir con este diario su devoción por la radio donde encontró una novedad a incluir en su floristería: la poesía. “En un programa de radio 3 solían repetir una frase que se ha convertido en la motivación de mi trabajo: ‘Buscar la belleza es el único pretexto que tiene sentido en este asqueroso mundo’”.

Tal y como explica García, la igualdad de género es algo bello por lo que, si este es el objetivo de una pareja, “¿por qué no regalar la belleza de las flores?”. Así, desde hace ya varios años, Gardenia ofrece a sus clientes la posibilidad de acompañar sus compras con frases poéticas.

“Las flores son algo poético que completan a las palabras las cuales, en ocasiones, pueden quedarse escasas”, explica la socuellamina quien ha elegido una poesía a Mario Benedetti para su campaña feminista de San Valentín. “Hemos optado por poner las relaciones de pareja sanas en las que ambos se quieran para todo pero no se necesiten para nada”.

“Queremos hacer hincapié en el buen querer”

“Mi hijo es un millennial y mi hija maneja perfectamente las redes sociales”, comenta Caridad García quien no duda en destacar las ventajas empresariales resultantes de la unión de todos sus puntos de vista.

“Estamos sensibilizados con la lucha feminista y decidimos hacer hincapié en el buen querer diseñando un escaparate distinto al de todos los años y decidimos hacerlo centrándonos en la igualdad de género, quizá también motivados por el aumento de actividades impulsadas por la recién creada Asociación Feminista Milenrama”, añaden desde Gardenia.