El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha confirmado que este viernes se abren los accesos al río Júcar, excepto la pasarela de madera que discurre por la desembocadura del río dirección de la zona del Recreo del Peral, tras la reunión de coordinación con los bomberos de la ciudad.
“Será el último tramo en abrirse porque ha habido varios desprendimientos, y los bomberos se iban a dedicar hoy a sanear esta zona”, ha afirmado. El resto de accesos se abrirán y se quitarán todas las balizas, pero el alcalde ha pedido nuevamente precaución a la hora de fotografiar esta crecida, ya que el río --con datos de este viernes-- sigue acumulando 68 metros cúbicos por segundo.
Fue el pasado día 13 cuando el Servicio Municipal de Bomberos de Cuenca cerraba los accesos al paseo fluvial y a zonas de recreo próximas a los ríos Júcar y Huécar como medida de precaución ante el incremento del caudal del río Júcar debido a la constante lluvia que dejaba la borrasca Efraín.
En algunas zonas de la provincia, más de 120 litros/m2 en dos días
Además, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha informado de que el paso de la borrasca 'Efraín' por la Península ha dejado copiosas precipitaciones, y en lo que respecta a la demarcación del Júcar, éstas han sido intensas principalmente en el alto Júcar, en la provincia de Cuenca, donde en algunos puntos se han llegado a acumular más de 120 litros por metro cuadrado en 48 horas.
Una circunstancia que ha provocado que el río alcanzara el miércoles un caudal máximo de 295 metros cúbicos por segundo a su paso por la capital.
Estos registros extraordinarios que no se han traducido en daños “gracias a las obras de defensa contra inundaciones ejecutadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), en la confluencia de los ríos Júcar y Moscas”, tal y como ha informado el organismo de cuenca.
También explica que, aunque el caudal ya ha bajado de forma considerable, el cauce del río a su paso por Cuenca continúa afectado.
Al igual que ya ocurriera en el 2019 con un episodio de fuertes lluvias que también provocó el desbordamiento del Júcar, “ni antes ni ahora en este episodio”, se han registrado daños reseñables ni en infraestructuras ni en edificios.
Precisamente, las obras de defensa contra inundaciones en la confluencia de los ríos Júcar y Moscas se finalizaron y fueron entregadas al Ayuntamiento de Cuenca hace escasos meses.
“La actuación era necesaria y ha quedado demostrado su buen funcionamiento, ya que se han evitado graves daños en infraestructuras tan importantes como el Hospital Recoletas, la residencia geriátrica de la Alameda y el parque de bomberos”, ha destacado Luis Garijo, comisario Adjunto de la Confederación y director de las obras.
Ahora ya no es necesario desalojar
Durante esta extraordinaria crecida de hasta 295 m3/s, el río ha desbordado por la llanura de inundación adecuada para tal efecto, consiguiendo así minorar el calado (altura del agua en la zona) y la velocidad del agua en esa zona, y así proteger las instalaciones sensibles citadas.
“Hasta la realización de esta obra una avenida de 180 metros cúbicos por segundo suponía la necesidad de desalojo de estas infraestructuras. En la actualidad no es preciso hacerlo, ni siquiera ante una crecida de caudal de 295, como ha quedado demostrado en las lluvias acaecidas este miércoles”, ha recordado Garijo.
Durante las últimas horas, técnicos del organismo de cuenca evalúan sobre el terreno los daños provocados en el mobiliario urbano que se encuentra en el interior del cauce. Se trata de costes de reposición “asumibles” por la Confederación, ya que el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación contempla este tipo de perjuicios.
Dentro del marco del Plan de Impulso al Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático en España (PIMA-Adapta) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Confederación puso en marcha el 'Proyecto de disminución del riesgo de inundación y mejora del estado ecológico de los ríos Júcar y Moscas a su paso por Cuenca', a finales del año 2018, con el fin de incrementar la conectividad fluvial, disminuir el riesgo de inundación, restaurar el medio natural, mejorar la vegetación de ribera y fomentar el uso público sostenible. Las obras han supuesto una inversión de en torno a los 2.155.000 euros.