DeciDir es un canto a la libertad. Una oda al amor fraternal y al respeto. Un espacio donde podemos conversar sobre todas aquellas cosas que nunca diríamos a nadie. Porque creemos que causan demasiado estridor y quizás los demás piensen que estamos locos. Pero sobre todo porque nunca las hemos conversado con nosotros mismos. Es hora de hacerlo. Hablemos, pues.
Derechos sanitarios no reconocidos: cuando ya no puedo vivir así
Como viene siendo habitual todos los primeros lunes de mes, a las 19:00 horas en la librería Taiga de Toledo (Travesía Gregorio Ramírez, 2), la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) celebra su tertulia mensual. En este caso, la del mes de marzo, con el título “Cuando ya no puedo vivir así”, versará sobre aquellos derechos que aún no son efectivos.
A pesar de la opinión ciudadana al respecto, realzada en los diferentes estudios realizados tanto por entidades públicas (Centro de Investigaciones Sociológicas -CIS-) como privadas (Organización de Consumidores y Usuarios -OCU-, o la misma Organización Médica Colegial), la disponibilidad de la propia vida más que constituir un derecho inherente al concepto de dignidad humana, en la práctica sigue siendo un delito tipificado por el código penal en el estado español.
En la tertulia se hablará sobre historias verídicas, públicas y privadas, con nombres propios, de personas cuya única salida posible a su sufrimiento era la de adelantar el momento de su muerte y que éste fuera soportable para él y para sus allegados. O de la necesidad de disponer de la propia vida cuando llegue el momento en el que las condiciones en las que ésta se vive sean del todo incompatibles con la dignidad de cada uno.
Como introducción, se pueden consultar algunas de estas historias. O si se hace difícil comprender los porqués de Ramón, Lucía, Carlos, Maria Antonia, Pedro, o de muchos otros nombres que en la esfera pública permanecen anónimos y en silencio, ver “El anuncio más largo del mundo” (última campaña de DMD).
Sobre este blog
DeciDir es un canto a la libertad. Una oda al amor fraternal y al respeto. Un espacio donde podemos conversar sobre todas aquellas cosas que nunca diríamos a nadie. Porque creemos que causan demasiado estridor y quizás los demás piensen que estamos locos. Pero sobre todo porque nunca las hemos conversado con nosotros mismos. Es hora de hacerlo. Hablemos, pues.