Hace más de 15 años que cerró en la ciudad de Toledo el conocido como Hospitalito del Rey, en pleno Casco Histórico, una residencia de personas mayores propiedad del Gobierno de Castilla-La Mancha. Por entonces, era necesario realizar obras de mejora y se trasladó a su plantilla a otros centros similares. Las obras concluyeron en 2010 pero nunca más se abrió. Desde entonces, la petición para su reapertura ha estado en boca de todos los que conocen la idiosincrasia del centro de la ciudad y las necesidades de cerca de una cuarta parte de su población, que es mayor de 65 años.
Tras el Gobierno del PP de María Dolores de Cospedal, que este tema ni lo abordó, recuperar este servicio público fue una promesa del Ejecutivo socialista de Emiliano García-Page. Se comprometió a reabrirlo como centro de mayores y de gestión pública. Pero desde 2015, los años han ido pasando, se constituyó una plataforma vecinal para esta petición que realizó numerosas movilizaciones y, al final, el tema se fue diluyendo en el olvido. En la pasada legislatura, la posible reapertura del centro contó con una dotación de 500.000 euros en el presupuesto autonómico gracias a una partida presentada por Podemos cuando tenía representación parlamentaria, aunque no se llegó a ejecutar.
Así, durante estos años, y debido a unas “mínimas medidas de mantenimiento”, según se indica en la memoria justificativa del proyecto de licitación, el edificio ha sufrido humedades, tiene parqué levantado por goteras, rotura de vidrios o atascos en sumideros. Hace tres semanas, por sorpresa, Page anunció que se reabría, pero como “centro de referencia” para personas con enfermedad mental y con 600.000 euros más de presupuesto. Y ahí el conflicto ha vuelto a estallar provocando ahora el enfrentamiento del presidente autonómico con la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, también del PSOE.
Esta infraestructura pública, reformada y equipada con más de un centenar de plazas (alrededor de 60 residenciales y el resto de estancias diurnas) se creó y se rehabilitó para ser residencia de mayores. Y para ese uso la siguen reclamando los miembros de la plataforma ciudadana ‘Hospitalito YA’, junto con otras asociaciones vecinales y sindicatos de la ciudad. Su respuesta al anuncio de Page fue inmediata: el centro debía seguir siendo para personas mayores, tal y como se comprometió el jefe del Ejecutivo.
Hasta ahí la cuestión quedaba en un nuevo desencuentro entre el Gobierno y las plataformas ciudadanas. Pero durante el reciente Debate sobre el Estado de la Ciudad de Toledo, llegó la postura oficial y por escrito del Ayuntamiento, gobernado por la socialista Milagros Tolón. El Grupo Municipal Socialista se alineó con la protesta social -la plataforma había vuelto a recoger firmas para ello- y votó a favor de la propuesta unánime para que el Hospitalito reabriera como centro de mayores, como había reclamado hasta entonces.
Solo un día después, el Gobierno de García-Page, a través de la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha, abrió el plazo de presentación de ofertas para la ejecución de las obras de reforma y adecuación del centro, por esos casi 600.000 euros anunciados y como residencia comunitaria para personas con problemas de salud mental. El anuncio de esta licitación, que estará abierta hasta el próximo 20 de julio, truncaba el enésimo acuerdo auspiciado en el Consistorio toledano para recuperar el centro de mayores.
Es destacable, no obstante, que ni la plataforma ni el resto de formaciones políticas de la ciudad se han mostrado contrarias a dotar a la ciudad de un centro destinado al cuidado de la salud mental, e incluso el Gobierno local ofrece poner a disposición de la Junta un edificio municipal, “ubicado en el Casco Histórico o en cualquier otra zona, con el que atender adecuadamente a las personas que sufren algún tipo de trastorno como a sus familias”. Pero la decisión final, a la que también se opusieron los sindicatos recordando que abrir el Hospitalito como residencia para mayores fue incluso “una promesa electoral” de García-Page, ha tomado un rumbo definitivo con esta licitación y después de que la Consejería de Bienestar Social descartase la disposición de este recurso para el Casco Histórico de Toledo en el corto plazo.
La Junta cuenta por su parte con el aval de la Federación de Salud Mental de Castilla-La Mancha: “Es un punto de luz y de esperanza tanto para las personas que sufren algún tipo de trastorno mental grave, como para sus familiares”, rezaba el colectivo en un comunicado respecto al uso que se pretende dar al edificio, en el que habrá disponibles 60 plazas -contando con 20 habitaciones individuales y 20 habitaciones dobles- para personas con enfermedad mental grave “que serán atendidas con criterios de humanización asistencial plena y absoluta profesionalidad”, apunta la Federación. En este sentido, recuerdan que la región cuenta “únicamente” con la residencia comunitaria de Talavera de la Reina, que atiende a 38 personas con problemas graves en esta materia. “En diciembre de 2020 cerró la Residencia Comunitaria de AFAEM (DESPERTAR) ubicada en Camarena y que disponía de 29 plazas y las personas que residían en este recurso han sido repartidas por toda Castilla-La Mancha”, indican.
Hasta ahí el debate entre la Junta y el Ayuntamiento había sido más o menos tenso, pero sin grandes pronunciamientos ni enfrentamientos abiertos. La guinda más fuerte la puso esta semana la portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, al señalar que no le parecía “correcto” que, “quizás sin pretenderlo”, se le estuviera “dando la espalda a personas con enfermedad mental pues es un recurso que necesitan”. Respuesta de la alcaldesa: la portavoz de la Junta “tuvo un mal día cuando dijo lo que dijo”.
“Creo que tuvo un mal día, conozco a Blanca de hace muchos años. Esto es una demanda -que el Hospitalito sea una residencia y centro de día para mayores- y aquí no se desviste a un santo para vestir otro. Estamos dispuestos a cederles un espacio pero por favor, que sean sensibles a los mayores del Casco Histórico de la capital de Castilla-La Mancha. Esto es un objetivo prioritario”, ha agregado Tolón, que ha trasladado también a la portavoz regional que “se dé una vuelta por el Casco y escuche” lo que reclaman los vecinos y vecinas. “Yo no he cambiado de opinión…el Hospitalito se necesita para personas mayores, sí o sí”.
Page: “El gobernante que no responda a esta emergencia no creo que esté para dar mítines”
Y después de la alcaldesa, el golpe en la mesa lo ha dado el propio Emiliano García-Page, quien ha defendido el nuevo uso del Hospitalito del Rey como centro de salud mental, debido a que estas patologías que se han multiplicado tras la pandemia y las restricciones sanitarias. “Es una urgencia a la que no voy a renunciar bajo ningún concepto, que ya anuncié en el Debate sobre el Estado de la Región y que genera muchos empleos en toda la zona”, ha destacado. El jefe de Ejecutivo ha lamentado que se empiece a “escuchar una especie de música que seguro no le está sentando bien a los familiares de los enfermos mentales”, en alusión a las críticas desde el Ayuntamiento toledano. “El gobernante que no responda a esta emergencia no creo que esté para dar mítines”, ha advertido.
En los mismos términos se ha expresado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, quien ha explicado hoy en Torrijos que el Hospitalito del Rey será un centro de referencia con 60 plazas para mayores de 55 años. “Albergaremos a todas las personas que ahora están dispersas incluso fuera de la comunidad autónoma en centros privados. A veces en sitios inadecuados. Buena falta nos hacía en Toledo”. “Tenemos plazas libres en la Residencia de Barber. Y si los mayores necesitan otros recursos como centros de día estamos en disposición de ofrecerles un lugar incluso en el Casco Histórico de la ciudad”, ha expuesto también el consejero ante la posibilidad mencionada de utilizar otra infraestructura a una residencia de mayores.
Finalmente, la plataforma ‘Hospitalito YA’ se ha pronunciado también en un comunicado sobre las declaraciones que vertió la portavoz regional, a quien ha exigido disculpas, pues considera sus afirmaciones se contextualizan en “una repugnante estrategia política” del Gobierno castellanomanchego “para evitar que su presidente cumpla con su compromiso de abrir el Hospitalito de Rey de Toledo como residencia pública de mayores”.
En pleno cruce de acusaciones, las posturas de ambas partes parecen más enconadas que nunca y todo parece indicar que el Gobierno autonómico lo reabrirá para su nuevo cometido, con la oposición del Ayuntamiento de su propio partido y de buena parte de la ciudadanía. La gestión de esta polémica cuestión dependerá de cuál de las dos partes cede o de si serán capaces de encontrar una vía intermedia, hasta ni siquiera esbozada, para no alargar esta demanda histórica que ya comienza a enquistarse en la memoria del Casco Histórico de Toledo.