La Denominación de Origen Méntrida tacha de “artificial” la polémica sobre las fotovoltaicas

La Denominación de Origen (DO) Méntrida, en Toledo, que agrupa a bodegueros y cooperativas productoras de vino en la zona, no se va a posicionar sobre la intención de varias promotoras fotovoltaicas de instalar paneles solares en el municipio que llegarían, según la Plataforma vecinal ‘Salvemos los campos’ a ocupar unas 2.000 hectáreas de terreno, distribuidas en siete proyectos.

Así lo ha asegurado a elDiarioclm.es Juan Alonso, presidente de la Denominación de Origen después de que una de las bodegas que forman parte de la entidad, Jiménez Landi, haya pedido que se ponga sobre la mesa de la opinión pública la postura de la DO. “Nos hemos reunido por videoconferencia y la Junta Directiva me han dicho que no podemos posicionarnos”.

Alonso reconoce que “nuestros estatutos dicen que tenemos que promocionar y defender los vinos de la DO y también defender el terruño” pero asegura que “la polémica es artificial” ya que la llegada de los parques fotovoltaicos es solo un elemento más en el proceso de “merma” que vienen padeciendo desde hace años los terrenos de producción bajo el amparo de esta Denominación de Origen.

“Todos los años desaparecen cientos de hectáreas por abandono. El agricultor no puede seguir cultivando esa viña porque su producto no vale dinero” y ante este panorama asegura que no han encontrado respuestas en el Gobierno regional. “Para la Junta somos como los irreductibles galos del norte de Toledo”.

Asegura que “el precio de la uva está por los suelos y llevamos así dos años y el cereal se sitúa en precios de hace 40 años. No es que hablemos de rentabilidad cero sino de menos”. Y en esta situación, explica, “se están defendiendo mejor las bodegas en los precios por botella que las cooperativas que venden a granel y cuyos precios están hundidos”.

De ahí que muchos agricultores estén optando por firmar contratos de opción a compra o alquiler con las empresas fotovoltaicas cuya oferta -unos 1.500 euros por hectárea y año, en caso de alquiler- supera con creces los actuales beneficios por los cultivos. “El agricultor, cuando mete un kilo de uva en una cooperativa, le van a hacer la liquidación anual y puede perder entre 15 y 20 céntimos por kilo sobre lo que le cuesta producir”.

Es, dice, una de las razones por las que la Denominación de Origen “no puede posicionarse en contra de unos proyectos que además traen energía limpia porque son intereses de los particulares. ¿Quién soy yo para decirle que no lo hagan?”.

El propio Alonso, a título particular, reconoce que sus viñedos en la vecina localidad de Camarena se han puesto a disposición de promotores fotovoltaicos por su “baja rentabilidad” y añade que “es una lástima que los agricultores nos veamos abocados a arrendar tierras”.

El presidente de la entidad toledana no cree, por otro lado, que los parques fotovoltaicos proyectados lleguen a ocupar 2.000 hectáreas en Méntrida. “El terreno aquí es muy quebrado, con muy poca superficie llana, mucha encina y mucha rapaz. Vendrá Medio Ambiente y no va a aprobarlo todo. Me gustaría saber cuántas viñas van a caer”.