Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia ha presentado medio centenar de alegaciones al borrador del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural Valle de Alcudia y Sierra Madrona, cuyo plazo de información pública terminó recientemente y que marca sus normas para los próximos diez años. Principalmente, este colectivo considera que el Gobierno regional da prioridad “casi absoluta” a la actividad cinegética comercial frente a otros usos como el turismo de naturaleza e, incluso, sobre la protección de los recursos naturales, culturales y geológicos.
Argumentan así que, según figura en el borrador, la gestión del parque, “en nada, o casi nada, influirá sobre la gestión cinegética de las fincas privadas y públicas de los municipios afectados”; siendo esta actividad regulada y controlada por otras leyes y estamentos, “que no son los propios del espacio natural protegido”.
En opinión de Ecologistas en Acción, el Plan Rector cae así “en una importante dejación de funciones”, ya que el modelo de gestión de la actividad cinegética actual y, según este borrador, también la futura, seguirá siendo “la principal y mayor agresión a los recursos naturales del Valle de Alcudia y Sierra Madrona”. “La caza intensiva, tal y como se practica en la comarca desde hace algunas décadas, no solo atenta contra la naturaleza del parque, sino que constituye un freno al desarrollo turístico de la zona”, añade.
Sustitución de los pinares de repoblación
Hay otro aspecto importante que destacan y que “apenas merece una pequeña atención” en el texto del borrador: la necesaria sustitución de los pinares de repoblación, que abundan en la zona. Este colectivo piensa que es necesaria esta sustitución, y que debe realizarse de una forma progresiva pero lenta, es decir, “no como se está realizando en la actualidad, incluso antes de la aprobación del plan que regulará la gestión en el interior del parque natural”.
Por otra parte, establece Ecologistas en Acción que del borrador se interpreta que la gestión del uso turístico del parque “se encamina hacia una avalancha de restricciones, que ya parcialmente se están sufriendo por parte de los potenciales visitantes”. A este respecto, subraya que el primer objetivo del parque debe ser la conservación de los recursos naturales, pero a continuación hay que aplicar medidas que traten de buscar la sostenibilidad social y económica, a través del desarrollo del ecoturismo.
Sin embargo, el texto del borrador presentado va “en la dirección de fomentar la caza comercial y limitar y restringir el uso senderista, ciclista, o simplemente de ocio”. “Y, cuando se autoricen las visitas, serán -si el texto se aprueba tal cual- muy restringidas y, sobre todo a través de la contratación de empresas, es decir, ”pasando por taquilla“, y con una discrecionalidad sospechosa, cuando menos”, añade.
Por último, los ecologistas citan la “sorprendente” Memoria Económica que, por un lado otorga 2.250.000 euros a la construcción de un Centro de Visitantes, y por otro limita a “cantidades ridículas” las labores de estricta conservación de los recursos naturales.