Las diputaciones socialistas han salido raudamente en su defensa en Castilla-La Mancha, primero fue Álvaro Gutiérrez, presidente de la Diputación de Toledo. El socialista recordó que, en el caso de su provincia, hay 180 municipios de menos de 5.000 habitantes y casi un centenar de pueblos con menos de 1.000 habitantes. Por tanto, los municipios “necesitan la ayuda” de la Diputación para la prestación de determinados servicios a sus ciudadanos.
Gutiérrez aseguró así que la institución cumple un papel “fundamental” en la vertebración, gestión, ayuda y asesoramiento a los pueblos. De este modo, ha asegurado que hay servicios a los que estas poblaciones no podrían tener acceso sino fuera por las Diputaciones.
Santiago Cabañero, presidente socialist de la Diputación de Albacete, ha compartido la opinión de Gutiérrez. En esta línea, Cabañero ha asegurado que las diputaciones son “fundamentales” para los servicios esenciales de “decenas de miles de vecinos y vecinas”, según indicó a la Tribuna de Albacete. Cabañero señaló, eso sí, que considera el acuerdo con Ciudadanos como “positivo”, pero que se necesita debatir la estructura de las diputaciones.
José Manuel Caballero, presidente de la Diputación de Ciudad Real ha advertido en el último Pleno de la Diputación que no permitirá que se pongan los intereses de su partido por encima de los de los vecinos de la provincia. En dicho Pleno se aprobó también una moción conjunta de PSOE y PP en contra de la desaparición de las diputaciones.
Caballero también se ha pronunciado en contra de las acusaciones que se han hecho en contra de las diputaciones, asegurando que la corporación que él preside dedica más del 50% de su presupuesto a los Ayuntamientos y a los ciudadanos y “sólo” el 30% para su propio funcionamiento.