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La demanda de viviendas con eficiencia energética ha subido un 30% con la pandemia

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Como resultado del reciente confinamiento provocado por la crisis del coronavirus, se ha visto forzada una toma de conciencia respecto a las carencias que tienen miles de viviendas en España y se ha visto modificada la búsqueda y las expectativas de la demanda por parte de nuevos compradores. Un cambio sustancial que se ha registrado es la búsqueda de viviendas eficientes. Tanto es así que se ha detectado un incremento del 30% en este tipo de demanda desde el inicio de la pandemia. Dentro de los factores más valorados, destacan que las viviendas tengan un rendimiento elevado de eficiencia energética y unos aislamientos acústicos de calidad.

Así se desprende un estudio llevado a cabo por el Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España. “Una vivienda con un mal aislamiento térmico es una vivienda costosa de mantener y conseguir una temperatura agradable las 24 horas del día a lo largo de un periodo de tiempo resulta prohibitivo”, explica Lola Alcover, secretaria de esta agrupación profesional.

Concretamente, se denomina vivienda eficiente, energéticamente hablando, a los inmuebles que consumen una relativa baja cantidad de energía externa para cumplir las exigencias normales de habitabilidad de sus ocupantes. “Será mejor la que instale luminarias tipo LED y electrodomésticos de bajo consumo (los de letra A) que aquella que desperdicie energía a través de suelos, techos y paredes, o de rendijas en las ventanas. También será mejor aquella que ajuste con programación sus instalaciones de calefacción y refrigeración a los periodos de tiempo en los que se encuentra ocupada o desocupada”, analiza Alcover.

Eficiencia y sostenibilidad

Mientras que el concepto de eficiencia puede ser medido a través del simple parámetro de ahorro económico en el consumo energético cotidiano (a menor consumo mayor eficiencia); el de sostenibilidad, al ser más amplio, merece ser medido con el parámetro -de nuevo cuño- huella de carbono (kilogramos de CO2 emitidos a la atmósfera por la fabricación de un artículo, por el transporte de cierto material, o por la realización de cualquier actividad humana). En definitiva, es la cantidad de energía no renovable necesaria para construir, mantener a los ocupantes cómodos, y “deconstruir” una vivienda (a menor huella de carbono mayor sostenibilidad“, explica Alcover. 

Este colectivo profesional reconoce que todavía es bastante corriente la opinión de que las viviendas de estas tipologías son más caras que las otras, no es así atendiendo al importe de las facturas energéticas que se generan y que “evidencian no solo la amortización del gasto inicial adicional, sino el ahorro continuado en el consumo de energía del inmueble”.

Además, destaca que una vivienda sostenible añade a los beneficios de la anterior el hecho de que con ella “sembramos futuro”. “Se trata de una inversión que, aunque no vaya a repercutir totalmente en nosotros, sí lo hará en las generaciones venideras, al dejarles un entorno más amable y agradecido, que también será traducido con certeza en un retorno económico”, subraya la experta en el sector inmobiliario.

Como resultado del reciente confinamiento provocado por la crisis del coronavirus, se ha visto forzada una toma de conciencia respecto a las carencias que tienen miles de viviendas en España y se ha visto modificada la búsqueda y las expectativas de la demanda por parte de nuevos compradores. Un cambio sustancial que se ha registrado es la búsqueda de viviendas eficientes. Tanto es así que se ha detectado un incremento del 30% en este tipo de demanda desde el inicio de la pandemia. Dentro de los factores más valorados, destacan que las viviendas tengan un rendimiento elevado de eficiencia energética y unos aislamientos acústicos de calidad.

Así se desprende un estudio llevado a cabo por el Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España. “Una vivienda con un mal aislamiento térmico es una vivienda costosa de mantener y conseguir una temperatura agradable las 24 horas del día a lo largo de un periodo de tiempo resulta prohibitivo”, explica Lola Alcover, secretaria de esta agrupación profesional.