La información hecha llegar al Consejo de Seguridad Nuclear por parte de la empresa pública Enresa (Empresa Nacional de Residuos Radioactivos) está incompleta, hasta el punto de que hace dudar al Consejo de Seguridad Nuclear de que Villar de Cañas sea la localización ideal para construir el Almacén Temporal Centralizado (ATC).
En 124 puntos clave del estudio del suelo, geología, hidrología y otros factores del terreno la documentación aportada por Enresa no es suficiente, al punto de que resulta preocupante en algunos factores para el CSN, según las informaciones que pueden leer en nuestra edición nacional.
Por ello el CSN ha enviado un informe avisando de que en la documentación aportada hay múltiples carencias y temas que o bien no se han tratado debidamente o bien son de especial estudio en vista de resultados que pueden ser contraproducentes en los terrenos de construcción. Hasta que no se presente esa documentación cabe la posibilidad de que el CSN no conceda la autorización para ejecutar la obra a Enresa y, por tanto, la obra sufra un importante retraso.
Un retraso que además conllevaría la práctica inutilidad del almacén ya que los ya existentes retrasos están haciendo que cada una de las centrales nucleares del país se planteen sus propias opciones de almacenaje de estos residuos. En España solo la central de Cofrentes aún no tiene planteada la construcción de un almacén en vista de que todas las centrales están cercas de llenar sus capacidades de residuos, algo que puede ocurrir antes de que el ATC esté activo. En 2017 además España debe retornar de Francia los residuos nucleares de la central de Valdellós II, actualmente en Francia. España paga un “alquiler” al país vecino para que ellos guarden estos residuos pero si en 2017 España no los recoge tendrá que pagar fuertes indemnizaciones a Francia como compensación.
Además del retraso, la necesidad del estudio puede provocar un aumento del ya disparado presupuesto (es la mayor obra de la legislatura en toda España).
El informe además también señala como una de las culpables de la poca adecuación de la localidad a María Dolores de Cospedal: indica que se basa en una decisión política cuando Villar de Cañas era, de entre las localidades candidatas, la que peores registros geológicos presentaba, destacando también que la decisión de la ubicación final del ATC se tomó en solo diez días, un tiempo record teniendo en cuenta la importancia del proyecto, principalmente en tema de salubridad, y los estudios que son necesarios para una obra de este parangón.
El CSN ha pedido a Enresa en total tres informes que “deberán contener evidencias y demostrar la estabilidad y competencia del terreno de cimentación, acotando los posibles riesgos de colapso y una ampliación de los estudios geofísicos destinados básicamente a descartar la presencia actual de oquedades en el terreno”, así como estudiar el comportamiento de las aguas subterráneas del terreno ya que el actual informe de Enresa se basa en indicios y sospechas pero no en hechos.
Entre estos 124 aspectos a mejorar en su estudio y estudiar preocupan la geología del terreno, su sismología, prospección geofísica y geoquímica, la propia meteorología o la hidrogeología del lugar, como pueden leer extensamente en la edición nacional de eldiario.es.
El informe también señala que en determinados puntos a estudiar no se han contemplado parámetros realistas, o que en algunos de ellos, caso de la meteorología, el muestreo es prácticamente inútil (para hacer el informe se han seleccionado las 5 tormentas con más precipitaciones, cuando la normativa indica que debe hacerse con 24 tormentas de cualquier calibre).