Equo pide el cierre de una alcoholera en Daimiel por su contaminación por olores
Equo Castilla-La Mancha ha pedido el cierre de la alcoholera de Alvinesa en la localidad de Daimiel, alegando que no se han tomado “ninguna medida” para exigir a a la empresa que adopte medios técnicos para solucionar la contaminación odorífera que produce. El partido ha señalado que se trata de una medida provisional hasta que las administraciones públicas de la localidad y de la región ofrezcan “voluntad política” para resolver el problema medioambiental y de salud pública derivado de un “posible incumplimiento ambiental” relacionado con la gestión inadecuada de los residuos.
Se apoyan en un estudio encargado por el Ayuntamiento de Daimiel, en el que se señala que la empresa sería el origen de la contaminación atmosférica por olores. En este sentido, reclaman que tanto la Junta como el Gobierno local deben exigir una solución a la empresa al considerar que la misma ha cumplido con los estudios medioambientales pertinentes para el desarrollo de la actividad en la localidad y también cumple con los condicionantes de la consejería de Medio Ambiente.
“Fue el Ayuntamiento quien tuvo que dar su visto bueno a la licencia de actividad, así como aprobar el cambio de uso de suelo para que la empresa pudiera instalarse en su propio polígono industrial; y, sin embargo, ahora no están actuando”, critica el partido, que asegura que el Consistorio puede proponer el cierre provisional de la actividad. En el caso de la Junta, señalan que la Ordenanza de Medio Ambiente “obliga” a intervenir en el caso de ocasionar “molestia o peligrosidad al vecindario” o en el caso de modificar el “estado natural del ambiente circundante”.
Lola del Olmo, coportavoz de EQUO en Castilla- La Mancha, ha tachado la actitud del Gobierno regional como “inexplicable” para la ciudadanía de la localidad, afirmando que la lentitud se percibe como un “total desinterés por resolver este problema”. La aprobación de la gestión de residuos y ampliación de vertedero, así como la falta de inspección y vigilancia, podría ser la causa y la recurrencia de la contaminación por olores, explican desde la formación, que realizó una serie de alegaciones al respecto sin recibir respuesta.
Azucena Gual, de EQUO Daimiel, acusa a la empresa de “despreciar al pueblo” y de valerse del “chantaje permanente” de la pérdida de puestos de trabajo para retrasar la solución a los problemas planteados: la deslocalización y los olores. “No es digno que una empresa que es referente en el sector agroalimentario español con aspiraciones de internacionalización se comporte de esta manera, totalmente insolidaria e insostenible con el pueblo que la acoge, poniendo en peligro otros negocios y la salud de daimieleños y daimieleñas”.
