El Informe Mensual de Comercio Exterior referido al mes de noviembre de 2014, publicado por el Ministerio de Economía y Competitividad, ha supuesto un jarro de agua fría para el habitual discurso triunfalista de la consejera de Economía y Empleo, Carmen Casero, respecto de las exportaciones castellano-manchegas.
En dicho mes se produjo un descenso del 41,9 % en el valor de las exportaciones de Castilla-La Mancha respecto del mismo periodo de 2013, mientras que a nivel nacional crecieron un 3,2 %. Esta caída, sin parangón en otras comunidades, ha limitado la tendencia ascendente de 2014, dejando en un 2,2 % el crecimiento entre enero y noviembre.
A diferencia de otros meses en que las notas de prensa de la Consejería a propósito de este dato coyuntural rezuman triunfalismo, con expresiones como “aceleración exportadora” o “récord de exportaciones” y atribuyéndose el éxito, en esta ocasión como cabía suponer se ha omitido el dato concreto.
Lo ocurrido en noviembre, y que previsiblemente ocurrirá en diciembre, debería volvernos más prudentes, y en primer lugar a la Consejería, a la hora de valorar datos coyunturales. Y es que la explicación de un dato tan negativo no obedece tanto a una caída real de las exportaciones en un mes concreto de 2014 sino a que noviembre y diciembre del año anterior fueron excepcionales, como explicó en su momento Pedro Antonio Morejón, director del Instituto de Comercio Exterior de Castilla-La Mancha, porque se dieron exportaciones extraordinarias del sector del automóvil desde Guadalajara a Portugal. Así, en comparación con aquellos datos de 2013 los de 2014 se vuelven muy negativos.
Sin embargo, aunque la Junta sabía que esos últimos meses de 2013 presentaban cifras infladas por razones coyunturales no dudó en rentabilizar políticamente el buen dato final del ejercicio, en cuanto a crecimiento respecto del anterior.
Es indudable que en Castilla-La Mancha, al igual que en el resto del estado, el sector exterior registra un buen comportamiento en los últimos años, creciendo tanto el valor de las exportaciones como el número de empresas exportadoras. Pero incluso en el ejercicio 2013, que fue excepcional con un incremento de las exportaciones de la región de un 22,2 %, por las razones indicadas, Castilla-La Mancha sólo aportó el 2,3 % del total de los ingresos por ese concepto de la economía española. Ese porcentaje de participación viene creciendo, pero muy lentamente, siendo en 2010 del 1,83 % o del 1,9 % en 2011, año en el que por cierto también se registró en nuestra comunidad un crecimiento del 22 % en el sector respecto al año anterior.
La alimentación, incluyendo bebidas, sigue siendo el principal sector exportador en nuestra región, que supone la tercera parte del valor y a su vez dentro de ese apartado un tercio lo aporta el vino que se exporta en su mayoría a granel, sin embotellar. Le siguen en importancia los bienes de equipo y los productos químicos.
En cuanto al número de empresas exportadoras, si bien es cierto que aumentan y en parte por las ayudas del Gobierno regional, desde el ICEX se advierte que apenas una cuarta parte exporta con regularidad, solo una de cada tres lo hace por un valor superior a los 50.000 euros y son esas las que concentran la práctica totalidad de las exportaciones.