Dos de las cuatro víctimas mortales de la explosión producida este miércoles en el edificio sacerdotal de la calle Toledo de Madrid estaban vinculadas a Castilla-La Mancha.
Se trata de Javier García Sepúlveda, albañil natural de La Puebla de Almoradiel (Toledo), según ha dado a conocer el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page a través de una publicación en Twitter a través de la que ha enviado el pésame a la familia. “Estamos consternados por este terrible suceso”, apunta.
Por otro lado, en el incidente fallecía David Santos Muñoz, un joven electricista de 35 años, casado y con cuatro hijos, muy relacionado con Uclés (Cuenca), donde, incluso, tenía una casa, puesto que su suegra es natural de la localidad conquense. De hecho, tal y como asegura el alcalde, José Luis Serrano, “venían mucho al pueblo, en cuanto tenían ocasión”.
El Ayuntamiento ucleseño ha mostrado su pesar por el fallecimiento de este joven y, a través de redes sociales, ha querido hacer llegar a su familia su más sentido pésame, al tiempo que ha querido dar “mucho ánimo” a Sara, su mujer, a quien “esperamos verla pronto por aquí con sus hijos para que sigan creciendo y disfrutando en nuestro pueblo, al igual que que lo hizo ella”. Asimismo, ha tenido un recuerdo para “todos los voluntarios y personas desinteresadas que, como David, ayudan a los demás”.
Y es que este joven electricista, que trabajaba en el Metro de Madrid, era feligrés de la Parroquia Virgen de la Paloma y miembro de la Congregación Camino Neocatecumenal, motivo por el cual se encontraba en el edificio siniestrado, ya que los sacerdotes residentes en él, pertenecientes a su parroquia y a la citada congregación, le pidieron que echara un vistazo a la caldera, porque llevaba varios días funcionando mal.
Recordar que también han perdido la vida otras dos personas, un peatón y un sacerdote de 35, además de resultar heridas otras diez.