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Gonzo: “Todavía le tengo más manía a todo aquel que utiliza su posición para enervar los ánimos contra el migrante”

FOTO: Atresmedia

Teresa Sánchez Garzón

El próximo 4 de diciembre, el Gobierno de Castilla-La Mancha entregará un reconocimiento especial al periodista Fernando González, más conocido como Gonzo, por su documental ‘Detras del Muro’, un proyecto del equipo de ‘El Intermedio’ en colaboración con Save the Children, que realiza una radiografía humana de la migración hacia EEUU. Producido por Globomedia, el documental humaniza la migraciones poniendo cara a los verdaderos protagonistas del fenómeno, muchos de ellos menores de edad. 

Es una de las dos menciones especiales que el Ejecutivo autonómico concederá dentro de sus Reconocimientos a la Iniciativa Social 2019, unos galardones que premian las actividades de personas físicas, ayuntamientos y entidades privadas que hayan fomentado valores de altruismo, libertad, tolerancia y solidaridad, destacando por su entrega e iniciativa social.

Dirigido por Gonzo y Carmen Aguilera, el documental cuenta a través de sus protagonistas lo que hay detrás del fenómeno. Marcos, Lesbia, Yooselin, José, Wendy y Janet explican en primera persona, en este documental, cómo se han visto obligados a emprender este viaje huyendo de la pobreza y de la violencia que sufren en sus países, las dificultades del camino hacia EE UU, y sus esperanzas muchas veces frustradas.

Gonzo acompaña a los migrantes en su ruta desde Guatemala hasta la frontera estadounidense, una de las más concurridas y peligrosas del mundo. En este camino también aparecen otras personas como trabajadores de ONG o los 'coyotes', que se aprovechan de los desesperados que quieren cruzar al otro lado. Y de fondo el rugir de “la bestia”, el tren de mercancías que recorre México de sur a norte a lo largo de 4.000 kilómetros y al que sólo se suben los más desamparados.

¿Cómo surge la idea de realizar este documental?

La idea surgió viniendo de hacer un reportaje en Bangladesh. En el avión de vuelta, junto con mi compañero Marcelo, nos dimos cuenta de que habíamos hecho reportajes sobre migraciones prácticamente en todos los continentes menos en el único en el que no necesitamos un traductor, que es en Latinoamérica.

Además a eso le unimos la experiencia de ver que muchas veces cuando se cuentan historias de extranjeros en televisión, la audiencia suele bajar, sobre todo si el migrante es negro, africano o magrebí y eso que son nuestros vecinos pero hay un rechazo evidente por parte de la audiencia, y es difícil contar lo que significa para alguien tener que emigrar, o las razones que le llevan a hacerlo.

Esos dos razonamientos nos hicieron ver que igual contando una historia de migraciones en Latinoamérica, la gente en España podría empatizar mucho mejor con personas o colectivos que tienen que sufrir esa vicisitud en su vida, la de tener que abandonar por el motivo que sea su país para buscarse la vida y el progreso en otro lado. 

Esto empezó planteándose como un reportaje pero poco a poco fuimos dando pasos que nos ayudaron a ir con más de ambición, y a convertir un reportaje de ‘El Intermedio’ en un documental. 

¿Cómo se prepara un reportaje de estas características?

Hay varias partes. Es una coproducción de El Intermedio (Globomedia) y Save the Children. Con la ONG había trabajado precisamente en el reportaje de Bangladesh y tengo buena relación con ellos, y les planteé la historia. La parte de la intendencia se llevó por ahí. Además se contacto con Ulises Escamila que es uno de los mejores periodistas que hay de apoyo a periodistas extranjeros en México. Le planteamos las necesidades de lo que queríamos contar y nos preparó un plan. 

Además, a mediados de junio (2018) nos confirmaron que el documental se haría en agosto, así que durante el verano me dedique a empaparme de libros, documentales, periódicos y de todas las historias que me pudiesen servir para hacerme una idea de lo que me iba a encontrar cuando llegase a México. En ese sentido fue muy fácil porque hay mucho trabajo realizado, es una de las historias, la de los migrantes centroamericanos a EEUU, que ha atraído a los mejores periodistas que puede haber tanto en Latinoamérica como en Europa. 

Me encontré con dos libros que me parecieron fundamentales, uno sobre el “tren de la bestia” y otro sobre el colectivo de los migrantes centroamericanos, y entre esos dos libros, algún documental e historia que ya sabía me sirvió para prepararme y para decidir que nos íbamos a centrar en historias de menores y mujeres que nos parecía el colectivo más débil, atacado y violentado dentro de los propios migrantes.

Esta nos pareció la mejor forma de trasladar la historia a España y de que la gente que lo viese se diese cuente de lo difícil que es migrar, de los impedimentos que se encuentran por el camino, de lo que significa ser pobre y tener que emprender un viaje así.

¿Les costó mucho que la gente hablara?

La mayoría fue gente que fuimos conociendo a raíz del viaje que hicimos, y nos iban dando pistas de dónde poder encontrar historias como las que buscábamos. En estos reportajes te puedes ir con todo muy preparado pero la realidad siempre lo supera todo y al llegar allí sobre todo en la parte de México, nos fiamos sobre todo de periodistas locales, que son los que saben donde encontrar las buenas historias. Con Save The Children fue fundamental para arrancar, sobre todo en la parte de Guatemala, pero luego en México fue un trabajo de campo.

¿Qué testimonio le impactó más? 

Impacta todo porque es muy distinto a lo que uno vive, por suerte. Al primero que escuchamos fue a un profesor que nos contó historias alucinantes que vive en su escuela y en su entorno, pero luego conoces a alguien que realmente es uno de esos chicos de los que te habla el profesor y te sigue sorprendiendo porque aunque sepas algo de la historia, las particularidades de vivirla en primera persona solo te las puede contar el protagonista. 

Son muchos los testimonios que me impactaron. Incluso escuchar al ‘coyote’ me impactó porque ese señor antes y después de la entrevista se sacó el pañuelo y estuvo hablando con nosotros y es un señor con el que yo me iría de cañas o me iría a comer y no puedes juzgar a un tipo así. Tal y como te habla es que yo lo entiendo, entiendo que en un sitio así te cuente esas historias, y tenga miedo y le persigan.

Si me tengo que quedar con un testimonio sería con el de Wendy o el de Jose Eduardo porque los dos son chavales muy jóvenes. Wendy se la ve con más personalidad y es una mujer que sabe quien es, lucha por lo que quiere y tira para adelante. José Eduardo tenía una bondad que rayaba la inocencia. Esas dos historias me dejaron tocado. 

¿Le llamó la atención ese concepto de ‘El sueño americano’ que tienen los niños desde tan pequeños y que refleja el documental?

No me sorprendió porque ese sueño lo he conocido en otras esferas. Me recordaba a mi mismo en mi casa de Vigo con cinco o seis años, cuando al ver Nueva York en la televisión le decía a mi madre que algún día esperaba visitar esa ciudad. Si eso lo dice un niño de Vigo, con tres comidas calientes en la mesa, con un padre que trabajaba, que no me pegaba, sin drogas ni narcos alrededor, cómo no lo va a pensar un niño que vive en Guatemala, que lo tiene ahí al lado y que sabe que parte de su familia está allí, cómo no lo vas a soñar. 

¿Qué le parece el reconocimiento de este documental por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha?

Para mi este reconocimiento supone una oportunidad para seguir dando a conocer la historia que contamos en `Detrás del muro’, ni más ni menos. El trabajo está hecho. Cuánta más gente conozca la historia de la gente que tiene que migrar, mejor.

No soy muy amigo de aceptar reconocimientos de partidos políticos o de instituciones públicas pero si es por por ‘Detrás del muro’ me parece perfecto. Pago ese peaje para que se hable de este documental otra vez, y si hay una persona que a raíz de este reconocimiento ve el documental ya ha merecido la pena.

Haciendo un recorrido por su trayectoria periodística ha trabajado en diferentes áreas, especialmente en el ámbito de la protesta social y la denuncia ¿Por esta línea le gustaría seguir?

Si me siguen dando trabajo por ahí a mi no me disgusta para nada, es donde me siento personalmente más reconfortado. Si alguien me sigue ofreciendo la posibilidad de hacerlo, claro que lo haré. Este domingo salimos en Salvados con un reportaje sobre ‘Menas’, pero si la historia va por política habrá que hacerlo por ahí. Yo me siento cómodo haciendo esto, capacitado para hacerlo y siento que tiene una utilidad, así que por mi encantado. 

Actualmente está presentando Salvados. ¿Qué tal en este nuevo proyecto?

Estoy muy feliz y satisfecho en lo personal y en lo profesional, disfruto del trabajo, aprendo con mis compañeros, veo los reportajes y me siento orgulloso de lo que hemos hecho así que ni un pero. Para nada tengo la sensación de que haya podido cometer un error al aceptar esta propuesta.

¿Cuál fue su conclusión cuando terminó el documental?

Son varias, por un lado, desde la perspectiva de un ciudadano español simplemente que hay que sentarse a escuchar antes de acusar, etiquetar, juzgar u opinar, No es tan difícil.

Y en segundo lugar, y desde el cabreo, que todavía le tengo más manía y me parece más sinvergüenza todo aquel que utiliza su posición política, mediática o de influencia social para enervar los ánimos contra el migrante, el distinto, el extranjero o el vecino. Cada vez me da más asco esa gente. 

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