La portavoz del Gobierno local en Toledo, Noelia de la Cruz, ha informado este del hallazgo de un pozo judío medieval en el trascurso de las obras de adecentamiento que afectan a la calle Reyes Católicos y su entorno, en la capital regional.
Según ha detallado De la Cruz este hallazgo localizado frente a la Plaza de Barrio Nuevo –concretamente junto al Restaurante La Perdiz- y tuvo lugar en la tarde de ayer miércoles gracias al seguimiento continuo y permanente del equipo de arqueólogos que trabaja en las obras de remodelación del firme de la Judería, que informaron a su vez a la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades.
El pozo fue clausurado en 1967 y como curiosidad la portavoz y edil de Obras ha informado que el brocal de este pozo es el que actualmente se encuentra en el Pozo Amargo de la ciudad. El foso tiene un diámetro de seis metros y una profundidad de nueve así como cinco metros de lámina de agua y, según los indicios de los técnicos, “se trataría de un pozo público en el que la gente se abastecía de agua para uso diario”.
No podrá ser visitado
De la Cruz ha mantenido que el hallazgo se produjo al detectar la cubierta de hormigón que lo protegía y, posteriormente, los técnicos personados en la zona procedieron a ubicar este pozo en planta, así como a través de sus diferentes secciones procediendo a protegerlo con un recubrimiento de geotextil y una plancha metálica y recubrimiento para salvaguardarlo.
Este descubrimiento no afectará a la ejecución de la obra de Reyes Católicos, “que continuará tal y como estaba previsto”, ha expresado Noelia de la Cruz, y el Ayuntamiento ha procedido a “preservar, proteger y documentar” el hallazgo según el protocolo diseñado para tal fin a través de la Concejalía de Urbanismo.
Preguntada sobre si el pozo podría ser visitado, la edil y portavoz ha desechado esa opción debido a la imposibilidad de acceso a la obra en condiciones de seguridad.