La hostelería conquense pide inspecciones para controlar los apartamentos turísticos

Cristina Dolz / Las Noticias de Cuenca

La Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo de Cuenca propone, ante la situación de alegalidad en la que se encuentran los apartamentos y viviendas turísticos, que haya inspecciones periódicas “de la misma manera que hay inspectores de trabajo, de sanidad o de hacienda”. Así lo afirma el presidente de la agrupación, José Luis Zorita, que cree necesaria esta medida para que se detecten las viviendas turísticas que aparecen en las webs de anuncios, se contrasten con las registradas y se les pida cuentas a las que no lo están. “Es muy fácil de ver, no hay más que meterse en estas páginas y ver que hay muchísimos”, recalca.

La oferta de apartamentos y viviendas de uso turístico a través de Internet ha crecido en los últimos años y la alegalidad existente en este sector en Castilla-La Mancha, debida a la derogación en 2011 por el Gobierno central de la normativa existente en torno a la ordenación turística, lo ha facilitado. Las provincias más afectadas de la región por la proliferación de este tipo de servicios son, sobre todo, Toledo y Cuenca, y las quejas del sector hostelero no paran de crecer.

Así, en la provincia de Cuenca hay registradas legalmente un total de 176 viviendas de este tipo en el Registro General de empresas, establecimientos, asociaciones de empresarios turísticos y entidades turísticas no empresariales de la región aunque en las redes aparezcan muchas más. En la mayoría de los casos se trata de particulares que anuncian su casa a través de plataformas como Airbnb o Booking y que establecen unos precios muy competitivos por noche.

Zorita considera que estos establecimientos están haciendo competencia desleal al resto “que si pagamos los impuestos a la seguridad social, tenemos seguro de responsabilidad civil, generamos puestos de trabajo y declaramos a Hacienda lo que ganamos” y achaca a esta falta de gastos el que puedan fijar unos precios más bajos que perjudican al mercado. Además, “no registran quién entra y quién sale de sus estancias ni se controla la calidad de los servicios que prestan”, lo que Zorita considera un riesgo para la seguridad y para el correcto control de las cifras turísticas.

La Junta está elaborando un Decreto

Ante esta situación el Gobierno regional está elaborando un Decreto que espera tener aprobado a finales de este año aunque, por el momento, acaba de finalizar su periodo de información pública y recepción de alegaciones que permaneció abierto hasta el día 23 de agosto. En él se contempla establecer unos requisitos mínimos de identificación, clasificación y regímenes de reservas, cancelaciones y precios para estas viviendas además de un sistema de control y un régimen sancionador de acuerdo a la Ley de Ordenación del Turismo regional. Esta normativa ha sido bienvenida por el sector hostelero, que espera que se apruebe “cuanto antes y, a ser posible, con las modificaciones que hemos planteado” pero, mientras que se tramita, ya se están ejecutando acciones de otro tipo para avanzar en el registro de las viviendas turísticas.

Desde la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo llevan un año recogiendo denuncias de personas que detectan estas irregularidades. “El aviso que nos hace llegar cualquier hostelero miembro de la asociación yo la transmito en nombre de la agrupación a la autoridad competente”, afirma Zorita, que confirma que ya se ha producido la resolución “satisfactoria” de algunas de ellas con sanciones importantes. Por su parte, la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha llevó a cabo en noviembre de 2016 un sondeo por las webs del sector en el que se detectaron una treintena de viviendas turísticas no inscritas a las que se les hizo un requerimiento y se consiguió que se regularan 10 de ellas.

Convivencia en la capital

La proliferación excesiva de apartamentos y viviendas turísticas está provocando en las grandes ciudades españolas un problema de convivencia entre vecinos y turistas y, aunque en Cuenca las molestias “no son graves”, algunos sectores, como las Juventudes Comunistas, piden que se regule cuando antes esta tendencia para que las zonas turísticas de la ciudad sigan teniendo residentes habituales que mantengan vivo el barrio. El presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, Juan de Arce, opina que “este tipo de viviendas están desertizando aún más el casco de vecinos” y considera que, desde la Junta, se debería apostar por la rehabilitación de las que se encuentren en mal estado para que la gente se siga asentando en el barrio.