Los trabajadores de la empresa de artes gráficas Heliocolor de Cabanillas del Campo (Guadalajara) inician a las 23.00 horas de este domingo dos jornadas de huelga, hasta las 07.00 horas del martes día 12, para reclamar el pago de sus salarios. Advierten además a la empresa de que repetirán esta convocatoria todos los meses si a la fecha de cobro no se les han abonado sus nóminas. Heliocolor cuenta en la actualidad con unos 230 trabajadores, a los que se les adeuda en estos momentos la paga extraordinaria de marzo y la nómina de marzo.
“Tras llevar más de 18 meses cobrando tarde, la asamblea de trabajadores decidió plantear huelga todos los meses que la empresa se retrasara en sus pagos. Hasta ahora, hemos desconvocado los paros tras cobrar in extremis, pero en esta ocasión siguen sin pagarnos y la paciencia de la gente tiene un límite porque necesitamos nuestros salarios para subsistir”, ha indicado Javier García Blanco, secretario del comité de empresa.
Según el Comité, la plantilla se ha visto sometida en los últimos años a numerosas “penalidades y recortes”, debido fundamentalmente a una trayectoria empresarial que les ha llevado a pasar de pertenecer al grupo Prisa a caer en 2012 en manos del fondo de capital riesgo Sherpa Capital, que “descapitalizó y abandonó la sociedad tres años después, a finales de 2015”. El staff directivo asumió entonces la sociedad, pero cuatro de los siete integrantes de aquel equipo abandonaron la empresa posteriormente.
“Hace dos años la plantilla ya aceptó 30 despidos y una rebaja salarial del 10% de media, así como la aplicación de medidas de flexibilidad impuestas por Sherpa Capital; que aún ejecutó otros 50 despidos más, gota a gota; y antes de marcharse arrancó la firma de un Convenio Colectivo con un aumento de jornada de 56 horas anuales”, explica García Blanco.
Con todo esto, la situación de la empresa “se ha ido agravando, o eso nos dicen”, porque “sobra carga de trabajo y de hecho no dejamos de tirar de trabajo eventual vía ETT y de realizar horas extras”. Aún así, el comité apunta que la empresa asegura que el cierre del ejercicio 2015 ha sido aún peor que los anteriores, y que tiene dificultades de liquidez para abonar las nóminas en tiempo y forma, “que es la primera responsabilidad de cualquier empresario”, denuncia García Blanco.