Identifican al presunto culpable de matar a un lince ibérico de un tiro de escopeta
Un hombre ha sido identificado por la Guardia Civil por un delito relativo a la protección de la flora y fauna por la muerte de una hembra de lince ibérico (Lyns Pardinus), producida por un disparo de escopeta en Menasalbas.
El pasado 14 de junio, un agente medioambiental localizó un cadáver de lince ibérico en un coto de caza ubicado dentro del término municipal de Menasalbas. Este agente comprobó que se trataba de una hembra de nombre 'Nenufar' que fue liberada en el mes de febrero del año 2017, dentro del proyecto para la recuperación de la especie en Los Montes de Toledo.
En esos momentos este animal estaba criando a cuatro cachorros de unos tres meses de edad, y uno de ellos fue encontrado muerto cuatro días después de la localización de la madre, por lo que los otros tres, aunque no han sido hallados, podrían haber corrido la misma suerte debido a su corta edad.
Por parte del agente medioambiental de la zona se realizaron las primeras actuaciones, poniendo inmediatamente los hechos en conocimiento de la Unidad del SEPRONA de la Guardia Civil de Toledo, quien se hizo cargo de la investigación.
La Guardia Civil centró esta investigación en el entorno de las personas que cazaban en la zona de este coto donde apareció el cadáver de 'Nenufar', llegando a identificar y localizar a la persona responsable de la muerte de este animal, el cual informó que había disparado al animal confundiéndolo con un zorro, por lo que el SEPRONA le tomó manifestación como investigado no detenido por un delito relativo a la Protección de la Flora y Fauna, haciendo entrega de las diligencias instruidas en uno de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Toledo.
En esta investigación han participado junto con el SEPRONA de la Guardia Civil de Toledo, Técnicos de Medio Ambiente y Agentes Medioambientales, adscritos a la Dirección Provincial de Agricultura y Medio Ambiente.
Ecologistas en Acción se persona como acusación
Ecologistas en Acción ha anunciado que se personará como acusación, tras conocerse la identificación y denuncia del presunto culpable antes los juzgados. “La gravedad de las circunstancias del caso y de los daños producidos en una especie en peligro de extinción, que incluyen la pérdida de los cuatro cachorros de la linces muerta, motiva esta decisión de la asociación”, recalcan.
Aseguran que pedirán la “máxima” pena que permite el artículo 334 del Código Penal, de delitos contra la fauna protegida. Ésta, explican, puede llegar hasta los dos años de prisión y hasta los cuatro años de inhabilitación para cazar. Asimismo, se solicitará una “cuantiosa” indemnización económica que podrá superar los 100.000 euros por los daños al patrimonio natural.
Igualmente, han valorado “muy positivamente” la actuación de la Guardia Civil y de los agentes medioambientales. “Confiamos que en breve se tengan noticias similares y se detenga a cada uno de los culpables de las muertes de los otros tres linces que han aparecido con disparos o atrapados en cepos y lazos en este nefasto año para el lince ibérico en Castilla-La Mancha”, recalcan.
Finalmente, lamentan que se “siguen echando en falta” las actuaciones de la Junta al respecto y que la Consejería de Desarrollo Sostenible no haya contestado a las peticiones de información ni haya comunicado que se han tomado medidas cautelares o de otro tipo en los cotos de caza donde se produjeron los hechos.
La Federación de Caza también se persona
La Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha anunciado que también ejercerán como acusación popular contra el cazador identificado. El presidente de la Federación, Agustín Rabadán, ha señalado que el deseo de los cazadores de la región es que “caiga todo el paso de la Ley sobre el responsable”. El objetivo, aseguró, es “conseguir una sentencia ejemplarizante en un caso especialmente grave”.
De este modo, ha asegurado que la entidad velará por que se “depuren todas las responsabilidades derivadas del hecho” que considera “aún más reprobable” porque la lincesa tenía varios cachorros que “al parecer han perecido como consecuencia de la muerte de su madre”. Finalmente, ha tachado los hechos como “incomprensibles” en pleno siglo XXI.