La intrahistoria de la declaración de la técnica cerámica como Patrimonio Cultural e Inmaterial: “Tuvimos una minicrisis”
Hace una semana que la técnica cerámica de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo, así como de las ciudades mexicanas de Puebla y Tlaxcala, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. No se trata de una distinción cualquiera sino del mayor reconocimiento mundial a nivel cultural que, de manera conjunta, ambos países -España y México- han conseguido alcanzar con un exhaustivo trabajo que no se ha dado tanto a conocer.
Para comprender la dimensión de la exigencia y el esfuerzo que ha requerido este reconocimiento, hablamos con Bienvenido Maquedano, jefe de Sección de la Viceconsejería de Cultura de Castilla-La Mancha y uno de los redactores de la parte española del expediente, que nos explica cómo se ha impulsado en los últimos años esta declaración de la técnica cerámica y las dudas que hubo hasta última hora de poder lograr el éxito en Bogotá (Colombia) con la aprobación por parte de 19 de los 24 países que tuvieron en sus manos la decisión final.
En conversación telefónica desde Bruselas, Maquedano recuerda que todo este proceso arrancó con la creación de la asociación Tierras de Cerámica. “Hace siete años empezaron a hacer reuniones de bar, entre amigos, y a alguno se le ocurrió la brillante de idea de decir: Lo que suena mucho es esto de la UNESCO”. A partir de ahí, se constituye esta asociación que ha jugado un papel clave en la consecución de la declaración de la técnica cerámica como Patrimonio Cultural e Inmaterial.
Tras llamar a las puertas de la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha, comenzaron los contactos con el Ministerio de Cultura, la administración encargada de gestionar este tipo de contactos y relaciones internacionales con la UNESCO. Al principio, se toparon con la dificultad de poder optar a presentar la candidatura ya que, explica Maquedano, cada país solo puede presentar un proyecto cada años. En este sentido, hay que tener en cuenta que en España hay 17 comunidades autónomas y cada una tiene cuatro o cinco elementos característicos que podrían optar a este tipo de reconocimiento.
“Lo plantearon como algo imposible pero dieron con la solución: un expediente binacional”, subraya el jefe de jefe de Sección de la Viceconsejería de Cultura, natural de El Puente del Arzobispo. Era el año 2015 y comenzaba a fraguarse un trabajo discreto, así como también se iniciaban los contactos con México debido a la existencia de las talaveras -tal y como se denominan en este país a las piezas cerámicas-.
El primer paso: declaración de Bien de Interés Cultural (BIC)
Apunta Maquedano que el primer paso que había que dar en este sentido para comenzar la tramitación de la candidatura era que la técnica cerámica de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo tenía que tener su inscripción en el catálogo de Patrimonio de la región, es decir, tenía que estar declarada como Bien de Interés Cultural (BIC). Precisamente, su ámbito de gestión. De la misma manera, había que conseguir una declaración homóloga en México. “Es un requisito imprescindible para la Unesco”, precisa.
Una vez completado este primer paso, comienzan las reuniones bilaterales entre México y España con representación del Ministerio de Cultura, la Viceconsejería de Cultura, la Asociación Tierras de Cerámica y el equipo mexicano que ha trabajado en el expediente que han presentado y que, tan solo un mes antes de celebrarse la reunión en Bogotá, el Comité Técnico de la UNESCO recomendó devolver para complementar con ciertas exigencias que, finalmente, se pudieron solventar para no alargar el proceso más años.
En estas reuniones se llega a la conclusión de que sí es posible armar un buen expediente. Se empieza a trabajar despacito hasta que en 2017 se acelera al proceso porque México invita a Tierras de Cerámica a un coloquio internacional en el país americano en el que Maquedano pronunció una ponencia que sirvió para entrar en contacto directo con el equipo mexicano con el que se ha fraguado el trabajo en estos dos últimos años.
Se realiza un calendario de trabajo y se empieza a completar un formulario “muy tasado, en el que no te puedes pasar ni una sola palabra y ha de satisfacer todas las dudas de la UNESCO”. “Es muy complejo de hacer, cualquier palabra fuera de sitio, que sea malinterpretada, que no sea inclusiva o que dé a entender que hay criterios económicos te echa para atrás el expediente”, explica Maquedano.
Una vez realizado este formulario, se ponen a trabajar en el vídeo que también exige la UNESCO y que fue realizado por una productora de Talavera de la Reina y cofinanciado en un 70% por la Junta y la Diputación de Toledo. Este trabajo, liderado por Luis Fernández Reneo, conllevó una serie de pautas que tuvieron que poner en común también con la productora americana que se encargó de realizar la parte mexicana. Una labor que ha dado como resultado un precioso vídeo que resume la unión que ha generado la técnica cerámica en ambos países a lo largo de los últimos siglos.
Una vez completado el trabajo, con el vídeo y las imágenes requeridas, se presenta el expediente en abril de 2018, en la sede de la UNESCO en París. Era la fecha tope para entregar toda la documentación pues, de haberse demorado, habrían tenido que esperar otro año más para presentar la candidatura. Tras pasar una serie de filtros del organismo internacional, el expediente llegó al órgano evaluador, que es el que dictamina si se cumplen todos los requisitos.
Hasta conocer el veredicto de dicho órgano, se ha llevado a cabo un intenso trabajo de divulgación de esta candidatura y se ha buscado el apoyo del expediente por parte de instituciones de ambos países, como las Cortes de Castilla-La Mancha o “el empujón” que dio el presidente regional, Emiliano García-Page, con la visita institucional que realizó a París el pasado mes de octubre.
Se recomienda devolver el expediente un mes antes de la cita en Bogotá
El dictamen se conoció un mes antes de la esperada cita en Bogotá, donde iba a resolver dicho expediente. “El informe recomienda que se devuelva el expediente a México y a España”, revela Maquedano, que apunta que “lo normal es que avisen con más tiempo” para poder solventar las deficiencias que señalaba el Comité Técnico. “Tuvimos una minicrisis. A nivel técnico hubo mucho trabajo”, dice el jefe de Sección de la Viceconsejería de Cultura, que señala que decidieron no aceptar la recomendación del Comité Técnico y, en cambio, preparar una defensa con la que argumentar a los países que tenían que votar la candidatura la viabilidad de la misma.
“El Comité no dice que el proyecto esté mal sino que no hay algún punto claro y que la candidatura vuelva a otra convocatoria”, precisa Maquedano sobre este momento en el que se pone en marcha “una importante labor diplomática” para explicar por qué consideran que el expediente es “bueno”. Los dos días anteriores a obtener la declaración, la delegación talaverana que acudió a Bogotá trabajó de manera incesante para explicar a los 24 miembros del Comité la defensa del expediente que con tanto mimo se había trabajado.
Maquedano precisa que el informe que recomendaba devolver el expediente apuntaba a dos cuestiones: una es que México tiene declarado como Denominación de Origen (DO) la cerámica, y ahí el Comité apreciaba “un asunto comercial” cuando es contrario a que el expediente esté asociado a marcas y a posibles beneficios económicos-, y, la otra, es que las medidas de salvaguarda de la técnica cerámica no se habían desarrollado de manera común para México y España.
“México explicó muy bien que la DO no se crea para potenciar el sector comercial sino para protegerse frente a los productos chinos, y España deja claro que no existe la obligación de presentar medidas de salvaguarda comunes. No es lo mismo la situación que hay que resolver en México que la de aquí para preservar estas técnicas”, añade.
“Un pueblo de 1.300 habitantes está sonando en todo el mundo”
Con toda esta controversia se llega al momento de la verdad, el de la votación del Comité Técnico para decidir si otorga finalmente la declaración como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.
“Lo bonito de todo esto es que hablas directamente al mundo. En esa sala hay un señor de Mongolia, otra de Islandia, de Congo... Tienes a la mayor parte de países del mundo representados, con culturas muy diferentes y, al final, con tu vídeo y tu proyecto consigues llegar a explicar a un señor que no tiene ni idea de dónde está El Puente del Arzobispo el valor de la técnica cerámica... un pueblo de 1.300 habitantes está sonando en todo el mundo”, manifiesta con satisfacción Maquedano, que tuvo que seguir el desenlace vía 'streaming' ya que no pudo viajar a Bogotá por la estancia que tiene durante unos meses en Bruselas.
“Es como ganar un Oscar”
A pesar de “la minicrisis” y del informe previo a la cita en Bogotá del Comité Técnico que se encarga de dirimir estas candidaturas, la técnica cerámica vivió un final feliz que, en realidad, apunta a ser un comienzo con el que reconocer y apoyar esta histórica manifestación cultural que, para Maquedano, ha supuesto su mayor satisfacción a nivel profesional y personal: “He tocado techo... es como ganar un Oscar siendo director de cine”.
“Mis hermanos son artesanos, mis primos, amigos... lo he vivido desde niño y sigo teniendo muchos familiares que se dedican a esto”, relata Maquedano, que asevera que “la satisfacción no puede ser mayor”. Sin embargo, ahora toca seguir trabajando con el impulso que va a suponer esta declaración y con la que buscarán “asegurar la continuidad del oficio”. “Eso se consigue únicamente con formación”, indica.
En este sentido, recuerda que desde la Consejería de Cultura se desarrollarán y se cumplirán los compromisos adquiridos en las medidas de salvaguarda planteadas, a las que sin duda también tendrán que contribuir desde los ayuntamientos, la Diputación o la propia asociación Tierras de Cerámica.
“Nos hemos comprometido a realizar una serie de acciones: formación, intentar explorar vías para que puedan sobrevivir económicamente los artesanos, incrementar subvenciones para la renovación de talleres, el desarrollo del comercio 'online', la innovación e investigación o la recopilación de piezas y la protección de los hornos...”, enumera Maquedano sobre las medidas que se plantean llevar a cabo por este patrimonio que ya es de toda la humanidad.