El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, un lugar en Albacete para preservar tesoros

Un Jardín Botánico tiene que tener fundamentalmente tres cosas: conservación de especies, investigación sobre esas especies botánicas y divulgación - que esté abierto al público y que se pueda visitar. Con estos tres requisitos es necesario un reconocimiento nacional e internacional, como existe en el caso del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha. Además, este Jardín Botánico ha sido reconocido por la Sociedad de Amigos del Real Jardín Botánico de Madrid como un ejemplo en la conservación y recreación de la biodiversidad.

La mitad del Botánico, que supone 3,5 hectáreas está dedicado a conservar hábitats diferentes de Castilla-La Mancha -en total tiene 40 representados- muchos de ellos protegidos por directivas europeas. La otra mitad del Jardín, otras 3,5 hectáreas, está dedicado a lo que la gente espera ver de un Jardín Botánico: invernadero, orquídeas, cactus…

¿Por qué lo hicieron en Albacete?, ¿Tiene Sentido un Jardín Botánico en Castilla-La Mancha?

Castilla-La Mancha tiene 300 endemismos ibéricos, trescientas plantas que solo se encuentran en la península ibérica. Esta península tiene el 60 por ciento de toda la diversidad de Europa, lo que supone que de cada 100 plantas de Europa, 60 pertenecen solo a la península ibérica. La provincia de Albacete tiene 250 de esos 300 endemismos y además tres plantas que son únicas en el mundo: La Sideritis Serrata de la Sierra de Abenuj en Tobarra, el Helianthemun Polygonoides que está en Cordovilla-y vive en sal-, y la Coincya Rupestris en la sierra de Alcaráz. Por hacer una comparación, Alemania solo tiene cinco endemismos en todo el territorio. 

Además, Albacete tiene un clima denominado mediterráneo continentalizado: un ecosistema mediterráneo, que tiende a tener dos estaciones, invierno y verano. Esto dificulta el desarrollo de las plantas, pero esa problemática hace que haya mucha diversidad de especie. En este sentido, esta dificultad está unida a una historia geológica que ha configurado una clase de suelos que no se encuentran en otras partes del mundo.

Por ejemplo, Turquía tiene también este clima y tiene una apariencia más árida, pero en Castilla-La Mancha, la cuenca del Segura, la cuenca del Júcar y la del Ebro tiene influencia del mioceno, lo que ha hecho que exista otro tipo de biodiversidad. Para entender esto, hay que remontarse a cuando chocó la placa continental europea con la placa continental africana y se levantó un muro que separó el Atlántico del Mediterráneo, con lo cual, al no tener esa entrada de agua del Atlántico, el Mediterráneo se secó.

Muchas zonas quedaron debajo del agua y al secarse se fueron depositando estratos de diferentes materiales a diferentes alturas: yesos, sal… Ese tipo de suelo de hace seis millones de años produjo lagunas enormes de sal. Al haber pasado tanto tiempo la naturaleza ha tenido la posibilidad de ir probando consiguiendo colonizarlo, y aunque la planta que veamos en ese suelo parezca un simple matorral, es único en el mundo porque en ningún sitio se ha dado esa condición, y durante tanto tiempo, para que la naturaleza evolucione. 

Esta serie de circunstancias, hacen que en Castilla-La Mancha tengamos plantas que viven en yeso, plantas que viven en sal, y plantas que viven en arena. Estas últimas se encuentra en Caudete y soportan altas temperaturas por el día y bajas por la noche.

El conservador actual del Botánico, Alejandro Santiago, asegura que desde el Jardín Botánico de Omán vinieron a interesarse por este tipo de plantas, ya que pueden frenar la desertización, por eso afirma que “Este tipo de plantas son un tesoro y en el Jardín Botánico de Albacete nos encargamos de preservarlo”.

Investigación para la recreación

Además, en lo que se refiere a la investigación, los trabajadores del Botánico recogen las semillas, aprenden cómo germinan, recrean el suelo, la salinidad, el ph y las condiciones de macronutrientes y micronutrientes de cada hábitat. En este sentido, el resultado final es que parece que estás recorriendo diferentes partes de Castilla-La Mancha: ecosistemas regionales, humedales manchegos y pasajes agrícolas. Todo esto sin salir de Albacete.