Tanto el gobierno regional como las propias organizaciones de cazadores y, lógicamente, las organizaciones ecologistas, han sancionado la muerte del lince Kenitra, ocurrida durante una batida de caza de ciervos por un disparo recibido de un cazador, aunque aún está pendiente de resultado la necropsia del animal que confirme las causas del fallecimiento.
“Jamás se debe disparar ante una pieza que no esté permitida por ley y menos que esté en peligro de extinción y pertenezca a un programa de recuperación de una especie”. Palabras del presidente de la Real Federación Española de Caza, Andrés Gutiérrez, que ha considerado el acto como “intolerable”, ya fuera fruto de un error o premeditado. También han pedido saber el nombre concreto del individuo que disparó al animal anunciando que le van a expulsar de toda organización en caso de que esté federado.
Aunque fuese accidental, como se señaló en un primer momento, Andrés Gutiérrez señala que “no existe excusa ninguna. Nunca debemos de disparar sin cerciorarnos de a qué pieza lo estamos haciendo. No cabe lugar a error”. También ha pedido a los cazadores que extremen las precauciones para que no se repitan estos casos anunciando además que se personarán como causa particular contra el cazador que lo ha hecho.
Otros que también lo harán, según han anunciado, será la ONG ecologista WWF, que además pide que se depuren responsabilidades por lo sucedido “en caso de que las haya”. La reintroducción del lince ibérico no puede estar reñida con la actividad de la caza y la organización ha pedido a todos los entes implicados, desde el gobierno hasta los propios dueños de cotos y cazadores, que extremen las medidas y eviten este tipo de situaciones.
“La colaboración de propietarios, gestores de caza y cazadores de la zona ha sido hasta la fecha impecable. Pedimos que extremen las precauciones y eviten que este tipo de situaciones se puedan volver a producir. La presencia de esta especie amenazada debe ser completamente compatible con la gestión cinegética, tal y como ya ocurre en otros lugares”.
Consideran que este tipo de casos tiran por tierra todo el trabajo que lleva a cabo el proyecto Iberlince, un proyecto para el que la Unión Europea destina dinero a España. De los ocho linces liberados en la provincia de Ciudad Real el pasado 3 de julio dentro de este plan solo quedan vivos seis, sin conocer las causas de la muerte del anterior lince, Kala.
La Consejería de Agricultura que dirige María Luisa Soriano también será acusación particular contra el cazador del animal, una vez que ha pasado a la Guardia Civil toda la información de la que dispone para el caso. Una vez los resultados de la necropsia sean concluyentes también se facilitarán a las autoridades, que son quienes llevan a cabo por la justicia las hipotéticas penas a las que se enfrentaría el autor del disparo y posiblemente por extensión el propietario de la finca, Jaime Botín, hijo del recientemente fallecido Emilio Botín, presidente del Banco Santander.
Aunque es la justicia quien llevará el caso al nivel que estime oportuno, la Consejería, en representación del gobierno regional, también demandará por su propia cuenta a quien ha matado a Kenitra.