La Junta 'deja de contabilizar' determinada deuda para cumplir lo impuesto desde Madrid
La deuda de Castilla-La Mancha sigue siendo objeto de declaraciones por parte del Gobierno regional, que por un lado la justifican y por otro quitan peso a las cifras aludiendo al cumplimiento del porcentaje de déficit que marca el Ministerio de Hacienda para las comunidades. El ministerio de Cristóbal Montoro marca un máximo de déficit del 1% para las regiones españolas, y Castilla-La Mancha queda cerca pero lo cumple, dentro de los límites. Hay tres regiones sin embargo que no lo han cumplido en 2014, aunque queda por saberse cuáles son.
María Dolores de Cospedal, con esas cifras, ha indicado que “hemos cumplido con el objetivo de la deuda” ya que la región se ha mantenido dentro de esos márgenes. Sin embargo, la deuda en términos absolutos en la actualidad es la mayor de la historia de la región, con 12.858 millones de euros. Cuando Cospedal llegó al poder la deuda era de 6.407 millones de euros, por lo que la actual presidenta ha endeudado a la región 4'72 millones de euros durante cada día de su mandato.
En una entrevista en la Cadena Cope, Cospedal ha vuelto a hablar de la deuda, uno de los temas recurrentes de la semana una vez conocidas las cifras. Ha indicado que a finales de 2011 Castilla-La Mancha era la segunda región más endeudada de España con casi 12.000 millones de euros de deuda entre financiera y comercial. Este dato, por otra parte, tiene dos ejes que lo invalidan o lo ponen en duda: por un lado, hablar de los datos del año 2011 ya es hablar de gestión de Cospedal, puesto que su gobierno entró en la región la última semana de junio de 2011. Es decir, los datos del segundo semestre de 2011 pertenecen íntegramente al Gobierno de Cospedal.
Por ello el primer trimestre íntegro de Cospedal en el gobierno regional es el que va de julio a septiembre de 2011. En julio de 2014 la deuda de la región era de 6.567 millones de euros. En lo que restó de 2011 la deuda creció en 319 millones de euros, deuda ya generada por Cospedal en la segunda mitad de 2011.
También afirma que Castilla-La Mancha era la segunda región más endeudada de España a finales de 2011, volviendo a obviar que en ese tiempo ya gobernaba ella. Dato que tampoco es así puesto que en 2011 Castilla-La Mancha era la cuarta deuda de España, siendo ahora la segunda.
Castilla-La Mancha ha estado cerca de no cumplir el déficit que marca Montoro: en el mes de octubre el déficit castellano-manchego era del 1'3%, por lo que en el último mes ha habido que aplicar diversas prácticas para reducir la cifra, una cifra que en 2015 se reduce aún más y que marca un máximo de déficit del 0'7% para todas las comunidades para el año 2015.
Es una maniobra que han hecho prácticamente todas las regiones en España: se reduce el déficit porque se dejan de computar los mecanismos extraordinarios que se han usado para reducir la deuda comercial. Es decir: la deuda comercial, que sí computa en el déficit, se ha reducido para así entrar en el margen de déficit marcado, pero a costa de incluir esos gastos y esa deuda en mecanismos extraordinarios, que no computan. Poniendo un símil, es como pedir un crédito, que genera liquidez instantánea, a costa de generar más pagos en el futuro en otra sección que no computa en la deuda. Así se puede decir que baja la deuda aunque en términos absolutos realmente suba.
Por eso a pesar de que la deuda sube en la región, el porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) de la región comprometido a esa deuda es menor, concretamente del 33'5% (Cospedal la 'heredó en el 17%). Es una maniobra que han hecho todas las regiones especialmente en este último trimestre para amoldarse al déficit establecido. El porcentaje 'sobrante' de déficit lo incluyen en esos mecanismos extraordinarios y así cumplen los objetivos marcados desde Madrid. Es decir, que Castilla-La Mancha (como la gran mayoría de regiones) cumple el déficit porque no se computa toda la deuda. Así se explica cómo puede ser que en un trimestre la región tenga 370 millones más de deuda pero que el porcentaje del PIB comprometido pase del 34'1 al 33'5% (cuando la región no ha tenido aumento de habitantes sino al contrario).
Los distintos encargados de economía de la Junta, como el Consejero de Hacienda, Arturo Romaní, han insistido en que la región ha cumplido los objetivos. No obstante el discurso de descenso de la deuda y mejora de la economía ha cambiado por el de que “la evolución creciente de la deuda es la esperada”, aunque no por esperada quiere decir que sea positiva. El secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, ha subrayado también que Castilla-La Mancha ha hecho un buen trabajo de reducción de déficit.
La maniobra fiscal es que, simplemente, no se ha computado toda la deuda que tiene la región. Por lo que si esos llamados mecanismos extraordinarios de financiación se contasen en el PIB, Castilla-La Mancha (y probablemente ninguna comunidad en España) no habría cumplido lo marcado desde Hacienda.