Llamamiento para localizar a más familiares de la fosa común de Almagro cuando se acerca su exhumación

Antonio Prado Ríos. Julián Roso García. Ramón Porrero de Toro. Fernando García Martínez. José Barrios Córdoba. Juan Francisco Bermejo Montero. Bautista Golderos Ruiz. José María Fernández Cabrera. Faustino Moraga Mercado. José Antonio Carrillo Cañizares. José María Puentes Puentes. José María Almansa Camacho. Ignacio García Tejero. Leoncio Cazallas Ruiz. Sofio Alcaide López. Bonifacio Lozano Rugeros. Lucrecio de Pradas Martín. Miguel Velasco Ruiz. José Montero González. Jesús Rasero López. Emilio Robledo Romero. José López Bermejo. Roque Golderos Cañizares. Millán Carrasco Martínez. Alejandro López Galindo. Juan Manuel Córdoba Ávila.

Son los 26 nombres de las personas que están enterradas en una de las zonas de la fosa común de Almagro, la que se corresponde con el cementerio civil de la localidad. Un equipo de la Universidad Complutense de Madrid y del proyecto 'Mapas de Memoria' se prepara para la exhumación de la fosa, y por eso han hecho un llamamiento para encontrar más familiares que permitan identificar correctamente cada uno de los cuerpos. “Hemos encontrado familias incluso más allá de la frontera de la provincia de Ciudad Real. Esta llamada a los familiares es en ese sentido”, apunta Alfonso Villalta, de Mapas de Memoria.

Y es que dentro del proceso de la exhumación de la fosa, una de las partes más importantes, si no la que más, es lograr identificar a las personas que fueron asesinadas. “Es algo mucho más amplio que el propio proceso de exhumación, es algo necesario para su conocimiento y su cercanía, poder acompañarlos en el proceso, pero también para facilitar los análisis de ADN y el análisis antropológico forense”, explica Villalta.

María Benito es una de las profesoras que lidera el equipo antropológico forense de la Universidad Complutense de Madrid y alaba el trabajo del proyecto ciudadrealeño. “Llevan años trabajando en la recopilación de información de los testimonios de los familiares y en localizar las fosas”, recalca. Por eso contactaron con ellos al salir la convocatoria de ayudas para la memoria democrática del Ministerio de Presidencia. “Vimos que era viable, al contar con toda la localización previa”.

Más allá de las fronteras de Ciudad Real

Gracias al trabajo previo, la exhumación y análisis de los restos que se encuentren en la fosa podrá ir más rápido. “En esta fosa hay fusilados de distintos pueblos de la región. No es una única, sino que son varias las que se corresponden con la localización”, señala. De hecho, la información de 'Mapas de Memoria' señala que en Almagro hubo hasta 70 personas enterradas, dos de las cuales ya han sido exhumadas con consentimiento del cementerio.

“Hay parte de los familiares que ya se han puesto en contacto, pero esperamos llegar más lejos, porque muchas personas todavía no saben que se va a abrir la fosa y así podrán incorporarse a la búsqueda”, recalca Benito. Recuerda que, durante los años de represión, era normal que las personas emigrasen de sus pueblos y que por eso ahora sus hijos o nietos ya no vivan ahí. “Es lógico”, señala.

La exhumación tardará entre tres y cuatro semanas, en cuanto a trabajo de campo. Luego vendrá el estudio antropológico y las circunstancias de la muerte de cada una de las personas, según las lesiones que se observen. También el análisis genético. Los 28.000 euros de subvención que ha recibido el proyecto se destinarán a la persona que trabajará en la fosa, a la manutención de los estudiantes que serán parte del proyecto de intervención y al estudio genético. “Es suficiente”, recalca. Sin embargo, advierte de que “ha pasado demasiado tiempo” y “no se sabe bien lo que vamos a encontrar”. Por último, Benito ha agradecido las rápidas comunicaciones que ha mantenido tanto con el Ayuntamiento de Almagro como con la Diputación de Ciudad Real: “Así da gusto”.