Manifiesto por Cuenca rechaza los planes del Ministerio para eliminar la línea Aranjuez-Valencia

Manifiesto por Cuenca ha expresado su “más absoluto rechazo” a los planes que se han conocido este martes por parte del Ministerio de Transportes para el futuro de la línea de tren convencional Aranjuez-Cuenca-Valencia. En su opinión, “cuesta entender los argumentos dados y esgrimidos por algunos responsables políticos para justificar el cierre de una infraestructura que se ha demostrado vital para un territorio durante más de un siglo”.

“Queremos denunciar las razones que se dan y con las que machaconamente van a intentar convencer y confundir a la opinión pública conquense, intentando hacerla cómplice de lo que, a todas luces, es un paso más en el desmantelamiento de los servicios públicos y otro clavo más en el ataúd de la despoblación. Con esta decisión, Cuenca va a pasar a ser la provincia con menos estaciones de viajeros de toda la Península”, pasando de once a una.

Desde Manifiesto por Cuenca han lamentado que “en el año Europeo del Ferrocarril se desmantela la línea que nos ha vertebrado, esgrimiendo una baja rentabilidad y un coste elevado de mantenimiento”, señalando que “durante años no se ha invertido en ella, haciéndola ineficiente, obsoleta e incómoda” y recordando que “en el año 2001 la línea tardaba una hora menos, y saliendo desde Atocha, no desde Aranjuez, de lo que tardaba antes de que se cerrara la línea con la excusa de la tormenta 'Filomena'”.

“Es evidente que, aunque solo fuera invertir un euro, ya sería más caro que cero. Sin embargo, los servicios públicos, y esta línea lo es, recordemos que está declarada así, no tienen que ser rentables, sino eficientes. Si no lo son, hay que preguntarse quién se ha encargado de que no lo sean con sus decisiones”, han protestado.

Así, Manifiesto por Cuenca se ha quejado de que “se quiere sustituir el servicio a los pueblos por un modelo a demanda de autobuses y taxis”. “Cuando día tras día nuestros gobernantes salen esgrimiendo acuerdos y medidas contra el cambio climático, la solución para nuestra provincia es potenciar el transporte por carretera”, añaden.

Dudan de “la supuesta eficacia de ese sistema de transporte a demanda

Por otro lado, han mostrado sus dudas sobre “la supuesta eficacia de ese sistema de transporte a demanda que se quiere hacer por teléfono o mediante una app para localidades con apenas cobertura telefónica o que cuentan con una población envejecida en un gran número de casos con enormes dificultades para poder concertar servicios a través de operadores automáticos o vía telemática”. “Por si fuera poco, se vende como un proyecto pionero que, si sale bien, se implantará en el resto del territorio. ¿Y si sale mal? La provincia de Cuenca no puede ser el conejillo de indias de aprendices de científicos locos de una mala película de terror”, han insistido.

También han recalcado que el tren convencional no solo da servicio a los pueblos sino que la capital se va a resentir también, alegando que “cuando los municipios pierdan población, la ciudad irá detrás”. “Jugar todo a la baza del turismo y del dinero fácil recalificando terrenos demostró ser una estrategia ruinosa en el pasado. Además, el AVE no es un sustituto del tren convencional. Así se ha demostrado en todos estos años. Por alguna razón, no se ha aprendido nada y se tropieza de nuevo con la misma piedra. Además, se renuncia de nuevo al transporte de mercancías por ferrocarril, eliminando a la capital y dejando solo a Tarancón como receptor. Poco a poco, Cuenca va perdiendo todas las posibilidades de engancharse al siglo XXI”, insisten.

Por último, han querido “hacer un llamamiento a todas las asociaciones provinciales y autonómicas involucradas en la defensa del tren convencional y a todas aquellas asociaciones de las localidades y comarcas afectadas, no solo de Cuenca, sino de la comarca vecina de Requena y Utiel, para consensuar un calendario conjunto de movilizaciones y protestas”. “Es la hora de luchar por las infraestructuras y el futuro de nuestra tierra. El silencio no puede ser la solución. La despoblación y la ruina no pueden ser nuestro futuro”, han concluido.