Ambiente “sincero y de cordialidad” es el que, según el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page se ha producido durante su encuentro con Pedro Sánchez, después de que esta semana se produjese un cruce de declaraciones en torno a Catalunya y en particular sobre la posible ilegalización de los partidos nacionalistas que llegó a sugerir el propio Page.
“He podido plantear con toda tranquilidad todas las cosas que pienso y seguramente todos los matices que aporto a la política general”, ha dicho el también secretario general de los socialistas castellano-manchegos al término de la reunión.
García-Page asegura que “el presidente Sánchez me ha reiterado sus convicciones constitucionales” así como su “convencimiento de defender, desde el Palacio de la Moncloa, la Constitución”. Eso sí, ha añadido, “sin la histeria que pueden tener otros o sin el ruido que otros fabrican. Desde la serenidad. Desde esa perspectiva hay coincidencia”.
“Lo más importante es que nos hemos podido decir las cosas con mucha claridad, sinceridad y cordialidad”, ha insistido, para comentar que “hay muchas formas de defender la Constitución” y mostraba su confianza en que “el presidente mantenga ese planteamiento. Desde luego tengo claro que no va a perder los nervios, ni los va a perder el Gobierno ni los debemos perder los españoles”.
García-Page no ha desvelado cómo ha transcurrido la conversación en torno a la aplicación o no del artículo 155 de la Constitución que exigen tanto PP como Ciudadanos. “No puedo, no está en la lógica de estas reuniones que yo actúe de portavoz del presidente. Se sobra y se basta, si quiere, para decirlo”.
¿Han hablado de elecciones?, le preguntaban. “Al político que no le preocupen las elecciones es que está en otro mundo”, ha dicho, aunque sin confirmar un posible adelanto electoral. “No, no, ya saben que yo soy contrario y por tanto no voy a revelar ni siquiera con los gestos lo que creo que va a pasar. Pero vamos, las Navidades las vamos a pasar a gusto”.
“Espero un comportamiento constitucional” en Barcelona
Sobre la celebración del Consejo de Ministros el próximo viernes en Barcelona, el presidente castellano-manchego espera que “más allá de la algarada y los radicalismos que se pueden dar en cualquier sociedad, haya un comportamiento constitucional. Solo faltaría”.
En su opinión, “la mayor parte de la sociedad catalana ha destacado por ser la vanguardia del país. Hay un civismo en Catalunya verdaderamente admirable respeto al resto de España y hoy por hoy una parte de su clase política lo ha perdido”.
En todo caso, ha dicho no tener “ninguna duda” de que “se comportarán en condiciones y habrá normalidad” porque “si alguien llega a la conclusión de que es imposible que el presidente del Gobierno se reúna en Barcelona por un problema de orden público, a estas alturas se harían mucho daño los radicales a sí mismos”.
“En este país, la gente tiene un grado inmenso de paciencia, de generosidad y tolerancia: la que tiene la Constitución, pero mejor que no tiren de la cuerda”, ha concluido.