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Seguimos realizando el balance anual de la gestión del patrimonio cultural por parte de nuestras instituciones. Hoy lo hacemos con la Diputación Provincial de Toledo, ya que del resto de las cinco entidades provinciales de la región no poseemos suficiente información para plantear conclusiones comunes para este tipo de instituciones que surgieron a comienzos del siglo XIX para servir de punto intermedio entre el Estado y los ayuntamientos, y que hoy solamente tienen una función de servicio a los pequeños municipios y para implementar sus proyectos en los límites provinciales.
Pero vayamos a analizarlo para ratificar esta opinión: la gestión de la Diputación de Toledo sobre el patrimonio cultural es prácticamente nula, delegando y privatizando los servicios, o, simplemente obviando la realización de muchos proyectos que se pudieran llevar a cabo.
En efecto, poseedora la Diputación toledana de inmuebles declarados Bien de Interés Cultural o Patrimonial, los sigue dejando en un abandono precario, ruinoso, y si hace anuncios con el ayuntamiento capitalino de proyectos es para realizar una privatización en sus usos y de la gestión del suelo público, como sucederá con el que fuera Hospital de San Juan de Dios, el solar de los Alamillos del Tránsito o el Cementerio de Misericordia de la capital. Y si plantea un supuesto “Museo provincial” en el que fuera palacio de Abdón de Paz, antigua residencia femenina, se olvida que tiene una extensa provincia, en su mayor parte perteneciente a la “España vaciada” que requeriría esa ubicación. El costoso mantenimiento y alquiler de parte del convento de San Clemente, destinado a actividades culturales, nos hace ver el poco impacto que pudiera tener este tipo de proyectos en una ciudad saturada de museos y edificios con actividad cultural.
En cuanto al servicio de publicaciones y el mantenimiento de líneas de investigación sobe la historia, la cultura inmaterial o material de la provincia, desaparecido el Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos, delega la institución en la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo toda actividad en el área y, únicamente, lleva a cabo una mediocre línea editorial que, a base de convocatorias abiertas, no define prioridades, ni proyectos a medio o largo plazo de investigación.
Lo mismo sucede con la gestión de intervenciones o de conjuntos arqueológicos, inmuebles o museos, ciñéndose solamente a lo heredado: Melque o Vascos, quedando tras el fiasco de este último yacimiento en el limbo de los proyectos de gestión. Sin ir más lejos, en la misma comarca se encuentran, sin realizar proyectos de conservación, difusión y visita elementos tan singulares como olvidados como el Dolmen de Azután, el yacimiento del Cerro de la Mesa de Alcolea de Tajo, el de Saucedo en Talavera la Nueva o el Mausoleo de las Vegas en Pueblanueva.
Parece que, a imagen de las vetustas instituciones decimonónicas, solo se limita el diputado del área a recibir alcaldes y concejales, prometiendo pequeñas ayudas a proyectos locales, a ser posible más abultados para los afines en la política, mientras que el ejemplo que se da en la propia localidad que administra es de monumentos en ruinas, derribo de decenas de casas solariegas y la falta de un proyecto coherente de gestión del rico patrimonio material e inmaterial que, al igual que otras muchas localidades de la provincia, posee.
Por último, no se realiza un estudio exhaustivo del estado de los castillos y fortalezas en la provincia, de puentes históricos, molinos y batanes, en documentar construcciones populares que desaparecen, como las de piedra al vivo o adobe, de trabajos de campo de recopilación de tradiciones orales u oficios en extinción, ni de otros muchos elementos de cultura e inmaterial que pudieran servir de referencia o modelo a otras administraciones provinciales o para facilitar la gestión de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Creemos que las visitas que las autoridades provinciales realizan para presidir o representar a la Diputación en inauguraciones, fiestas o eventos podrían servirles para ver esas otras necesidades en materia de patrimonio cultural que tiene nuestra provincia.
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