Los desaprovechados datos del Observatorio de la Cultura

La reciente publicación por la Fundación Contemporánea de los datos proporcionados por el Observatorio de la Cultura para 2024 nos ofrece una información muy valiosa para realizar un análisis de la gestión de los eventos e instituciones culturales en nuestra región.

Independientemente de la posición que alcancen las ciudades en el ranking regional o nacional -lo único que nos indica para nuestra región es que el tamaño no importa-, resulta interesante porque destaca el papel que juegan Festivales de carácter específico como el Internacional de Teatro de Almagro, los de la Semana de Música de Cuenca o el de El Greco de Toledo, los de cine Abycine de Albacete o CIBRA para Toledo, o los museos especializados como el Museo de Arte Abstracto Español. Fundación Juan March o la Fundación Antonio Pérez de Cuenca. 

Resaltar que una parte de los eventos destacados se desarrollan en áreas del mundo rural, no solo el Festival de Teatro de Almagro, sino la magnífica gestión que, de unos años a esta parte, desarrolla el Monasterio de Uclés. O en la vecina Saelices la gestión del Yacimiento arqueológico de Segóbriga. 

También resulta llamativo -no sabemos en qué parámetros se basan los autores del informe-, que la catedral de Cuenca alcance un índice mayor que la Primada de Toledo, que cuenta con más relevancia monumental y obras de arte, número de visitantes, infraestructura archivística y museográfica y actividades culturales (publicaciones, conciertos, conferencias, representaciones, etc.) desarrolladas a lo largo del año.

Las lecciones son varias: si se quiere atraer a un público nacional o internacional o se quiere aportar algo nuevo al panorama cultural hay que escoger conceptos universales y cuya oferta sea exclusiva. Las instituciones o eventos incluidos en las listas nos enseñan que no importa el presupuesto asignado a los proyectos o a las instituciones, ni la localización geográfica o el tamaño de la población en donde surja la iniciativa o se ubique el centro cultural. Es la excelencia en la gestión la que proporciona el mayor de los éxitos: el reconocimiento del público o de los sectores especializados.

Recuerdo que cuando puse en marcha el Museo de 'La Tía Sandalia' que pretendía que la colección de esta artista ingenua fuese el germen de un Centro Nacional de Escultura Naíf (en Jaén ya existe un museo provincial con pintura de ese género). No lo vieron entonces, hace cuarenta años, los dirigentes locales. Hoy, con su obra expuesta en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en la exposición titulada 'Esperpento, Arte popular y revolución estética', sabemos que ese centro villacañero hubiera sido un referente en su género.

Por eso nos tiene que llamar la atención que, fuera de Toledo y Cuenca, y salvo el festival de Cine de Albacete, ninguna de las otras grandes ciudades de la región ha sido capaz de desarrollar proyectos culturales que se alcancen una dimensión que llegue más allá del ámbito local o regional.

Nuestra región tiene recursos culturales muy valiosos y con una enorme capacidad de ser conocidos y reconocidos en su labor de crear, conservar o difundir el patrimonio cultural. Creemos las sinergias oportunas para hacer que las buenas prácticas puedan situar en próximas ediciones a más instituciones y eventos culturales en las listas que el Observatorio de la Fundación Contemporánea elabora.