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Tras la Jornada sobre el Plan Juncker que se celebró el pasado día 21 de abril en Toledo, a la que asistió la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y representantes de toda la sociedad civil de Castilla-La Mancha, merece la pena detenerse un momento y reflexionar sobre lo que puede suponer este Plan para nuestra región.
Desde el comienzo de la crisis económica y financiera mundial, la UE ha venido adoleciendo de bajos niveles de inversión. Entre 2007 y 2014, las inversiones han disminuido de media un 12% en la UE-28 (según datos EUROSTAT). Esta reducción ralentiza la recuperación económica y perjudica el crecimiento, la competitividad y el empleo.
Conscientes de esta problemática, la Comisión Europea y su Presidente, Jean-Claude Juncker, buscan avanzar plenamente hacia una estrategia colectiva y coordinada a escala europea para invertir esta tendencia y devolver a Europa a la senda de la recuperación. Un aspecto que el presidente de la Comisión ya destacó como prioritario en su discurso del 15 de julio de 2014 ante el Parlamento Europeo sobre las orientaciones políticas de su mandato.
Fruto de ello, se creó el Plan de Inversiones para Europa en noviembre de 2014. Este Plan, más conocido como Plan Juncker, tiene tres objetivos: a) revertir la caída de la inversión acumulada por el efecto de la crisis para impulsar la creación de empleo y la recuperación económica, sin incrementar la deuda pública ni aumentar la carga sobre los presupuestos nacionales; b) apoyar inversiones que respondan a las necesidades a largo plazo de la economía europea y aumenten la competitividad empresarial y c) respaldar las inversiones que contribuyan a reforzar las infraestructuras y la capacidad productiva de Europa, buscando un mercado único más interconectado en el ámbito digital, al Unión de la Energía y de los Mercados de Capitales.
Para alcanzar estos objetivos, el Plan actúa en tres ámbitos: movilizar 315.000 millones de euros de inversión privada en tres años (equivalente al 0,8 % del PIB europeo anual); respaldar la inversión en la economía real y por último y no menos importante, crear un entorno propicio para la inversión. El Plan incluye un Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (FEIE) con un capital de 21.000 millones de euros en forma de garantías europeas y capital del BEI para estimular la inversión privada.
¿Qué tipo de proyectos se pueden presentar a este Plan? Se pretende apoyar proyectos a largo plazo en infraestructuras estratégicas, como son conexiones energéticas transfronterizas, banda ancha, etc., infraestructuras necesarias para el transporte, educación o I+D, además de ofrecer productos financieros como préstamos, garantías, venture capital o quasi-equity a pymes y mid-caps. España se ha comprometido a aportar 1.500 millones de euros a este Plan a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
¿Por qué este Plan y esta jornada son importantes para Castilla-La Mancha? La realización de esta Jornada en la que han participado más de un centenar de empresarios, entidades financieras, directivos de todos los sectores económicos de Castilla-La Mancha, en especial el industrial y tecnológico, representantes de la Universidad, así como instituciones, asociaciones y personalidades del mundo de la innovación y el desarrollo, ha permitido por primera vez generar un intercambio de opinión con dos instituciones como son Comisión Europea y BEI.
Ha puesto de manifiesto la necesidad de obtener financiación para proyectos de inversión tanto privada, como pública, así como los de colaboración público-privada que en estos momentos no cuentan con los recursos financieros necesarios, pero que son importantes para movilizar inversión en nuestra región, lo cual nos permita generar crecimiento económico, empleo y desarrollo territorial, elevando el nivel de renta de nuestros conciudadanos. Se estima que se trata de una excelente oportunidad que es necesario aprovechar, creando una red de trabajo entre todos los agentes regionales e incentivando su participación en este Plan a través de la presentación de proyectos susceptibles de ser financiados.
Potenciar nuestras fortalezas y paliar nuestras debilidades regionales con la utilización de los fondos estructurales e instrumentos financieros, movilizando a toda la sociedad de Castilla-La Mancha, están más cerca de ser una realidad con el Plan Juncker y la Junta, con su presidente a la cabeza, quiere liderar dicho proceso.
Tras la Jornada sobre el Plan Juncker que se celebró el pasado día 21 de abril en Toledo, a la que asistió la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y representantes de toda la sociedad civil de Castilla-La Mancha, merece la pena detenerse un momento y reflexionar sobre lo que puede suponer este Plan para nuestra región.
Desde el comienzo de la crisis económica y financiera mundial, la UE ha venido adoleciendo de bajos niveles de inversión. Entre 2007 y 2014, las inversiones han disminuido de media un 12% en la UE-28 (según datos EUROSTAT). Esta reducción ralentiza la recuperación económica y perjudica el crecimiento, la competitividad y el empleo.