Persisten las quejas de usuarios del autobús Madrid - Guadalajara por la falta de vehículos
Esperas de más de una hora, con lluvia y frio para regresar a Guadalajara los viernes por la tarde en autobús. Esa es la experiencia que siguen sufriendo decenas de usuarios de la línea regular 243, que une a diario Madrid con Guadalajara para volver a la capital alcarreña.
Las quejas sobre la falta de vehículos para atender la elevada demanda de viajeros por la tarde persisten, a pesar de que la compañía Alsa ha introducido seis refuerzos de autobuses desde comienzos de octubre. En concreto, uno en sentido Guadalajara-Madrid a primera hora de la mañana y otros cinco vehículos en horario de tarde de vuelta a Guadalajara. Con estos nuevos servicios se pretendía precisamente, paliar el déficit de plazas, que dejaban en tierra a muchos viajeros en Canillejas, tal como denunciaban los propios usuarios, a través de la cuenta de Twitter AfectadosxsAlsa.
Concha Balenzategui, vecina de Guadalajara y usuaria habitual de la línea afirma a eldiarioclm.es que “el viernes pasado por la tarde esperé una hora el autobús en Canillejas para poder regresar a Guadalajara en unas condiciones infrahumanas, con lluvia y en una parada pequeña”. Además, asegura, que, aunque el servicio de ida por las mañanas desde Guadalajara ha mejorado, “no existen refuerzos los viernes por la tarde y en las paradas no se informa sobre las frecuencias al viajero”.
Este mismo problema de transporte lo vive a diario María Bueno, quien tuvo que esperar también ese mismo día por la tarde durante una hora para coger el autobús en avenida de América, según explica. “El servicio de autobús de los viernes es horroroso, tienen que mejorarlo, porque se forman colas kilométricas y muchas veces no salen servicios a Guadalajara, cuando más se necesitan”.
Además, el hecho de que numerosos viajeros se queden sin asiento para viajar provoca altercados en la cola, tal como describe Bueno: “La gente discute y se pelea en la cola por subir al autobús, cuando no hay plazas para todos”. La situación de déficit de autobuses se repite cada año desde septiembre hasta Navidad y para volver a Guadalajara siempre hay problemas“, lamenta Balenzategui.
Un ‘calvario’ de movilidad que contrasta con la versión que Alsa ofrece a este medio. Desde la compañía de transporte insisten en que la demanda de esta línea regular está “perfectamente atendida” y niegan haber recibido “reclamaciones relevantes” en sus canales de atención al viajero. Asimismo, atribuyen los retrasos a las “habituales incidencias de tráfico en la A2, que se producen especialmente en la operación salida de los viernes por la tarde”. Y, explican, que se han añadido dos refuerzos más en ese tramo horario para “posibilitar que todos los viajeros puedan desplazarse en las horas de mayor intensidad de tráfico”.
En concreto, la concesionaria ha reforzado desde mediados de octubre el servicio desde Avenida de América todos los días por la tarde con otros dos autobuses, a las 16 horas y las 21, 30 horas. “Operamos con una frecuencia altísima de 10 minutos en horas punta y hay un 30% más de expediciones obligatorias con respecto a la sobre la concesión anterior”, puntualizan.
Alsa presta el servicio de la línea 243 con una flota de 17 autobuses, de los cuales 14 vehículos son permanentes y otros tres actúan de refuerzo en horas punta. Desde la concesionaria sostienen también que en este itinerario se ofrecen 3.800 plazas, de las que se ocupan cada día una media de 1.500 plazas.
Finalmente, consideran “fundamental” que el Ministerio de Fomento construya el carril bus en la A-2 como solución a los problemas de congestión que afectan al transporte público en esta vía. Este proyecto, que ya ha sido aprobado por el Ministerio y cuenta con una inversión de 15 millones de euros, estaba previsto que se construyera en 2018.