Alfonso Guerra presentaba este miércoles en el Ateneo de Madrid su libro 'La rosa y las espinas. El hombre detrás del político'. A través de un formato de conversación con el cineasta y abogado Manuel Lamarca, quien ya realizó un documental sobre su figura, el que fuera vicepresidente del Gobierno repasaba su juventud y su militancia en el PSOE.
Le acompañaba en el acto el expresidente Felipe González. Ambos han sido noticia en las últimas semanas por rechazar rotundamente que se apruebe una ley de amnistía para los implicados en el ‘procés’ independentista catalán, entre ellos Carles Puigdemont. Es decir, contra la baza que está jugando Pedro Sánchez para conseguir el apoyo de Junts, imprescindible para su investidura.
Y destaca que a la presentación del libro haya acudido también el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page tras entrevistarse con el Rey en el Palacio de la Zarzuela. En declaraciones a los periodistas el líder del PSOE castellanomanchego ha dicho que una ley de amnistía que favorezca a los independentistas catalanes “carece de base moral” (es el mismo mensaje que lanzaba días atrás) porque la apoyarían “los propios beneficiarios” y ha defendido que no se puede formar un Gobierno de España “a cualquier precio”, según recoge Europa Press. “No me voy a anticipar a las circunstancias, pero evidentemente daré mi opinión”.
No cree que la amnistía esté ya pactada y no descarta nuevas elecciones
Al hilo, el presidente regional ha dicho que no cree que esa amnistía esté ya acordada con el PSOE, tal y como apuntó el líder de ERC, Oriol Junqueras, porque si estuviera pactada “ya se sabría perfectamente”.
Page no ha descartado una repetición electoral --“Es posible”, ha indicado“-- y ha asegurado que, en este caso, tanto el PSOE como el PP tendría posibilidades de mejorar sus resultados respecto al 23J. ”Evidentemente tampoco se pueden convocar elecciones ni apostar a ellas por un cálculo electoral“, ha señalado.
En este contexto, ha defendido que el PSOE pueda debatir sobre una hipotética ley de amnistía. “A ver si solo va a poder hablar Puigdemont”, ha ironizado el dirigente político, quien ha recordado otros debates en el partido en anteriores época. “Cada vez que en España ha habido algún tipo de controversia, el PSOE se ha resentido”, ha recordado.
No obstante, ha descartado transfuguismo en diputados socialistas en la investidura de Sánchez, aunque ha avisado al presidente del Gobierno sobre las negociaciones con los independentistas catalanes: “Que los árboles no nos impidan ver el bosque. Que la investidura de hoy no nos impida las investiduras de mañana y de pasado mañana”.
García-Page ha mantenido un perfil claro desde las elecciones generales del pasado 23 de julio que ha vuelto remarcar esta misma mañana durante un acto en la Universidad de Castilla-La Mancha. No le gusta (y lo ha lamentado varias veces) que la investidura de Pedro Sánchez dependa de Puigdemont. Pero también ha rechazado con rotundidad las veladas llamadas al transfuguismo en las filas de los “socialistas buenos” que han realizado varios dirigentes del PP y Vox. “Que busquen a otro”, ha llegado a decir.
Siete desde años del cisma
Que las derechas busquen en Page una grieta en el socialismo no es casualidad. Va a hacer siete años desde que 17 miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE, entre ellos el presidente de Castilla-La Mancha, abandonaran este órgano en protesta contra el mandato de Pedro Sánchez, abriendo un cisma sin precedentes, liderado por Susana Díaz, en la historia del Partido Socialista.
Desde entonces, el castellanomanchego se ha mantenido fuerte y su posicionamiento de entonces no le ha pasado factura. Sus dos mayorías absolutas seguidas, incluida la conseguida in extremis el pasado 28 de mayo, le hacen fuerte. Pero tampoco oculta a nadie su tibia relación con Pedro Sánchez, con quien ha tenido más desencuentros que encuentros.
Su lista de peticiones ‘encendidas’ al Gobierno, su papel de comentarista político sobre cuestiones de índole nacional, su rechazo a muchas de las políticas llevadas a cabo por los ministros y ministras tanto de Podemos como del PSOE, y sus declaraciones contra Puigdemont, tanto las de ahora como las que viene repitiendo desde hace años, no han allanado el camino de una buena relación.
Para Page, la amnistía “no tiene base moral”
Por eso su asistencia al acto de presentación del libro de Alfonso Guerra resulta simbólica y significativa. Sus declaraciones sobre el expresidente catalán o sobre el ‘procés’ se repiten desde hace años. Y en el caso concreto de la amnistía, lo dejó claro hace unas semanas. Pactarla con los independentistas “no tiene base moral”. Su alineación con los dos exdirigentes socialistas está clara, pero también que su papel en una hipotética investidura de Pedro Sánchez no será el mismo que hace siete años.
Page se dirigió tras las elecciones generales “a todos aquellos que hablan de transfuguismo y de votos burlescos”, manifestando que ya conoce “su afición a los 'tamayazos' y eso no va conmigo”, decía. “Yo puedo hablar con todo el mundo, porque además mantengo buena relación con todo el mundo también, pero a estos efectos, si quieren hablar de algo, de lo que tenga que pasar en el Congreso de los Diputados, es con el secretario general del partido”.
En todo caso, afirmó entonces que, antes que socialista, es “demócrata”, y eso significa, en primer lugar, “respetar lo que han votado los ciudadanos” y, en segundo, “cumplir las normas, también las de los propios partidos políticos”.
Un “logro” que Guerra y González estén juntos
Momentos antes de participar en el acto y tras la audiencia con el rey Felipe VI, Emiliano García-Page, ha considerado un “logro extraordinario” que se junten estas dos personalidades y ha dicho que eso es algo que “ya merece muchísimo la pena”.
“Ver a dos personalidades de altísima envergadura como Felipe y Alfonso, para alguien con mi edad que se involucró en política en un momento de ebullición de la democracia en España con ellos pilotando el Partido Socialista en pleno apogeo, eso es lo genial, lo emocionante”, ha dicho.
Ya en el acto ha ha dicho también “confiar” en que no haya “la ley de amnistía que se predica, al menos la que dicen los independentistas”. Sobre cómo ve al PSOE actual, García-Page ha comentado que él lo ve “muy bien”. “Si hubiera nuevas elecciones, segundas, subiríamos”, ha dicho convencido.