El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha cargado contra las propuestas contempladas por el Gobierno en materia de financiación autonómica para dotar a Catalunya de lo que ha denominado un “tratamiento especial”. Ha señalado que de aprobarse esos “privilegios”, sería “un precio demasiado caro por mantener un puesto”, en referencia a los pactos del Gobierno de Pedro Sánchez con los partidos independentistas.
“Solo faltaría que encima toda la fiesta independentista la terminemos pagando entre todos”, ha espetado García-Page, después de que este jueves la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmase que Catalunya debe tener “un tratamiento especial” en el debate financiero.
De hecho, ha cuestionado la “singularidad” de Catalunya“, afirmando que ”singulares somos todos“. ”No tiene nada que ver Madrid, que es una sola provincia con 7 millones de habitantes, con esta comunidad que somos cinco provincias, con 2.100.000 habitantes, en donde para atender la sanidad primaria en Cuenca yo necesito como presidente 50 centros, siendo la misma población toda la provincia que Fuenlabrada, que lo hace con cinco“, ha argumentado.
El mandatario castellanomanchego ha cuestionado los motivos reales de las peticiones de la Generalitat, afirmando que “la gran diferencia que hay, y no es una singularidad, es una ofensa, es que aquí no gastamos ni un solo euro en tener embajadas en el extranjero”. “Es una propaganda para romper España”, ha añadido.
García-Page ha afirmado que ya es “bastante duro es tener que pactar o tragar con la ultraderecha catalana”, declarando que le ofende “cómo en este país se hace pasar a la extrema derecha catalana, a la ultraderecha, es decir, a Puigdemont” como progresista, rechazando la concesión de un tratamiento especial en materia financiera.
“De ninguna manera, no lo vamos a consentir”, ha afirmado García-Page. “Sería un precio demasiado caro por mantener un puesto”, ha sentenciado.