El sector del porcino en intensivo se ha puesto “a funcionar para intentar evitar que salga adelante” la moratoria contra las macrogranjas de porcino aprobada por el Gobierno regional que paraliza nuevas instalaciones hasta el 31 de diciembre de 2024 en Castilla-La Mancha.
Esta es el objetivo que se ha marcado este sector durante la reunión que se celebró el pasado miércoles en Cuenca convocada por ASAJA para estudiar la nueva situación. Según el secretario regional de esta organización agraria, José María Fresneda, “tenemos que ser conscientes de que si sale adelante esta moratoria en esta región toda la ganadería intensiva está amenazada y si no nos movemos está en peligro de verdad”, ha señalado. Además cree que “tenemos que entendernos con el Gobierno de nuestra región y espero que nos podamos entender”.
Fresneda ha puesto de manifiesto la importancia de una reunión a la que en principio se esperaba que acudiera una veintena de personas y finalmente asistieron medio centenar, “los integradores, los granjeros, la gente de los purines, la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (ANPROGAPOR), ASAJA de Cuenca, Albacete y Toledo, las fábricas de piensos, los agricultores que están produciendo cereal para llevarlo a las fábricas de pienso, agricultores que han montado una alternativa a su explotación, en fin, todos los que tiene algo que ver con esto”, ha señalado. “La convocatoria quien la hace es el Gobierno de Castilla-La Mancha porque cuando anuncia la moratoria lo que ha hecho es unirnos a todos”, considera.
Pedagogía y comunicación
La primera decisión que han tomado es crear “un grupo para trabajar en los aspectos técnico, jurídico, social y de comunicación”, de esta moratoria. Así, en lo que respecta al aspecto jurídico no sólo se estudiará la moratoria sino también “las decisiones de unos ayuntamientos, que hemos ido tragando, a la hora de elaborar unas ordenanzas municipales poniéndose el esparadrapo antes de la herida”, ha señalado.
Fresneda ha hecho mucho hincapié en la necesidad de hacer pedagogía y dar información a los ciudadanos sobre este sector porque “sabemos que necesitamos una posición de fuerza con argumentos”, asegura porque creen que “lo que ha faltado es pedagogía en contra de todas las mentiras que los movimientos conservacionistas le han hecho a la sociedad”.
Para ello, tienen previsto “elaborar un documento real y al detalle” y llevar a cabo una campaña de comunicación hacia la sociedad, “para explicar no las mentiras que cuentan otros sino la verdad de esto. Explicar en qué consiste la macrogranja y qué se está haciendo aquí, y desde luego, vamos a analizar puntualmente el por qué ha habido rechazo en algunos pueblos porque es por intereses políticos o por intereses económicos y tenemos que poner nombres y apellidos y demostrar qué tipo de interesen movían esas presiones”.
A su juicio, este sector “está funcionando con normalidad, la normativa la estamos cumpliendo, el sector porcino es que más normativa tiene para cumplir y la gente lo cumple”. Considera que “el problema es la presión, y por eso todos los partidos políticos están unidos contra las granjas porque tienen miedo de que lleguen los movimiento conservacionista al pueblo, amenacen al alcalde y el alcalde diga ya no voy a seguir siendo alcalde”, ha señalado.
“En España no existen macrogranjas, en Cuenca o en Albacete menos, es una palabreja que se han inventado los conservacionistas o tienen interese personales en que no se haga una granja y han tenido el apoyo del Gobierno y de los partidos políticos”, ha sentenciado.