Dejar de depender del oligopolio eléctrico en los tiempos que corren, en plena crisis energética por la guerra en Ucrania, con los precios disparados y con un escenario de recesión planeando sobre la sociedad europea, parece una quimera. Pero en Ballesteros de Calatrava, un pequeño pueblo de algo más de 300 habitantes de Ciudad Real, se están acercando. De momento, una veintena de vecinos y vecinas han conseguido “desconectarse virtualmente” del mercado mayorista y conseguir su independencia energética mediante las energías renovables. Se trata de la primera fase de un proyecto que quiere convertir la localidad entera en el primer “mini-universo” de producción de luz y gas “limpia” de España.
La idea la ha desarrollado la start-up de renovables MasInteligencia junto con el apoyo del Ayuntamiento de la localidad y la cofinanciación de la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava que, a través de las ayudas LEADER del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural, ha contribuido con el 42% del coste.
Mientras que otros consistorios locales la rechazaron, el alcalde de Ballesteros, Juan Carlos Moraleda, no lo dudó: “Será bueno para todos los vecinos”. Este verano ha terminado la primera fase y ya ha arrancado la segunda para conseguir que el pueblo entero sea una isla energética que se abastezca a sí misma en el futuro.
Una “Comunidad Rural de Renovables”
Pedro Antonio Fuentes Sánchez es el CEO de esta empresa con sede en Miguelturra, también en la provincia de Ciudad Real, que lleva cinco años trabajando en los mercados locales de la energía (MLE), es decir, la posibilidad de que los pueblos puedan autoabastecerse. Explica a elDiarioclm.es que conseguir operar fuera del mercado mayorista ya es una realidad para este grupo de vecinos y vecinas. El objetivo a medio plazo es crear una “Comunidad Rural de Energías Renovables” que permita la generación, almacenamiento y distribución de electricidad a todos los habitantes y pymes del municipio.
¿Cómo han conseguido dar este primer paso? En 2020 presentaron su iniciativa al Ayuntamiento una vez que tuvieron la seguridad jurídica para llevarlo a cabo: el Real Decreto por el que se aprobaron medidas en materia de energía y en otros ámbitos para la reactivación económica. Con la pandemia en plena eclosión, en septiembre de ese año se firmó el acuerdo para ponerlo en marcha, pero hasta un año después no se construyó la tecnología necesaria ni se seleccionó a los vecinos que iban a participar en la primera fase. Este verano ya se ha producido la conexión y han sido “aislados” de la red eléctrica general.
Ahora la luz y el gas que reciben proceden de una micro-red de renovables eléctricas o “mix de generación eléctrica” inteligente y bidireccional. Es decir, sistemas de producción, almacenamiento de energía mediante baterías, pequeños aerogeneradores eólicos, turbogeneradores hidráulicos que usan la energía que producen los sistemas de abastecimientos de agua y también huertos solares, biogás eléctrico y biometano para gas renovable.
“Los mercados locales de la energía son una nueva manera de organizar el suministro energético en el país, implica una disrupción en el modelo de gestión, por lo que a los vecinos se les aísla virtualmente de la red”, explica el CEO. Así, ahora mismo los vecinos ya tienen una tarifa congelada que continuará así hasta que amorticen el coste de la construcción de la mini-red eléctrica, contabilizada en kilowatios por hora. Y aún así, están empezando a ahorrar ya entre un 50 y un 60% respecto a lo que pagaban en el mercado mayorista.
El ejemplo lo encontramos en sus facturas. Un vecino del pueblo que pagó el pasado mes de junio una PVPC (la tarifa regulada) de 75 euros, en julio ha pagado 42 euros y en la segunda fase, una vez amortizado el activo, pagará entre 17 y 20 euros. Esa sería la media del coste en todo el municipio cuando culminara el proceso y significa “poner al consumidor como sujeto activo del modelo de gestión energética”.
Ampliación de puntos de suministro
El programa piloto ha empezado con 20 puntos de suministro y ha costado 332.000 euros. La empresa todavía está realizando pruebas y ajustes, pero ante el éxito de la primera fase, va a subir el segundo escalón con un presupuesto de un millón y medio de euros para seguir incluyendo vecinos. “Ahora mismo hay un stock para abrir otros 60 puntos de suministro y todos están deseando”, apunta.
Ballesteros de Calatrava no se va a quedar solo en esta experiencia novedosa. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) acaba de respaldar este mismo proyecto en tres municipios más con subvenciones de 3,7 millones en Medina de Pomar (Burgos), otro millón y medio de euros en Corral de Calatrava (también en Ciudad Real) y 2,5 millones en Begonte (Galicia). Para la compañía Másinteligencia, este respaldo viene a demostrar que “no necesitamos a las eléctricas” para conseguir estas comunidades de autoconsumo en los pueblos.
El alcalde de Ballesteros celebra todo lo avanzado desde que firmó esta iniciativa. “Después de dos años desde el comienzo del proyecto, se han hecho realidad las ganas que teníamos de consumir nuestra propia energía en esta primera fase para comprobar que todo es como calculamos. Se está viviendo con ganas la puesta en marcha de este proyecto y los vecinos que ya son consumidores de la energía producida en la planta están encantados. El resto de vecinos están dispuestos a pertenecer a la comunidad energética lo antes posible”.
La empresa, las asociaciones, los vecinos y el Ayuntamiento destacan además la ventaja medioambiental. Al no tocar la red mayorista, el sistema de abastecimiento energético es de cero emisiones y no hay pérdidas de energía por su desplazamiento. Del mismo modo, el proyecto ya ha generado empleo local: desde pequeñas empresas instaladoras hasta personal de mantenimiento, un modelo “donde todo el valor añadido se queda en el municipio”. Y además, tanto el Ayuntamiento como la empresa de renovables destacan que está ayudando a fijar población en pleno desarrollo de medidas destinadas a la España vaciada.
Aunque esta iniciativa ha arrancado para favorecer a la sociedad, la start-up también está trabajando en un modelo de MLE para empresas. En Ibi (Alicante) va a implementar lo que ya estima como el mayor mercado local de la energía de España, en un modelo de 15 gigavatios hora. El objetivo es “aislar” a 12 grandes empresas con alto consumo y que tienen problemas con sus costes energéticos. “Ahora los van a poder controlar siempre”. Las instalación de la micro-red empezará en unos meses. Por último, la empresa también trabaja en puntos de recarga para vehículos eléctricos y actualmente ya tiene desarrollado un plan para dotar de estas instalaciones a sus mercados locales.
“Es una apuesta arriesgada y valiente, pero va a una velocidad extraordinaria y a finales de 2022 queremos contar al menos con un centenar de municipios ya adheridos al proyecto”.