El próximo lunes, 2 de septiembre, comenzarán las obras de peatonalización del centro de Ciudad Real, desde la calle Ciruela hasta la calle Caballeros, pasando por pasaje de la Pandorga, plaza del Pilar, Juan II, Postas, Reyes o paseo del Prado. Una actuación en la que el equipo de Gobierno local ha afirmado perseguir “luz y claridad en todo el proceso”.
Se trata del área de la ciudad a la que el equipo de Gobierno municipal, de PP y Vox, quiere limitar la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE), una iniciativa que criticó la oposición socialista al considerar “ridículo” que se restrinja la circulación “donde precisamente no va a haber tráfico”.
El Ayuntamiento, sin embargo, no ha hecho mención a este asunto. El concejal de Movilidad, Miguel Hervás, se ha limitado a afirmar que pronto mantendrá reuniones con hosteleros, comerciantes y vecinos de la zona y ha hecho un llamamiento a “la tranquilidad” al considerar que se trata de una “obra complicada” en el centro de Ciudad Real.
En ese sentido, el edil ha explicado que se tomarán medidas de movilidad en función de cómo vayan avanzando las obras, cuyas dos fases se iniciarán de forma simultánea desde calle Caballeros, por un lado, y desde Ciruela, por el otro, hasta converger en el pasaje de la Pandorga.
Así, habrá itinerarios alternativos para autobuses, taxis y peatones, y lo más importante “se garantiza el acceso a todas las viviendas y comercios en todo momento durante la obra. Hemos tenido en cuenta todos los accesos a las cocheras y se comunicará a las comunidades de vecinos con bastante antelación cuándo se van a producir cortes en sus calles”.
Estas obras supondrán una inversión de más de 2,7 millones de euros, y se enmarcan en el Plan Municipal de Movilidad.
Desde el equipo de Gobierno se va a lanzar en los próximos días una importante campaña de comunicación, de manera que los vecinos conozcan todos los pormenores de la obra.