Cien días después de que la última Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) azotase con virulencia a la provincia de Toledo, los alcaldes de algunos de los municipios afectados hacen balance de lo ocurrido, explican cómo han ido solventando los problemas generados por este episodio inusual de lluvias ocurrido los días 2 y 3 de septiembre, y detallan su proceso de vuelta a la normalidad, en el que esperan contar con las ayudas de las distintas administraciones.
En declaraciones a Europa Press, el alcalde de Casarrubios del Monte, Jesús Mayoral, detalla cómo la DANA, al margen de múltiples “daños menores” en viales y acerado, dejó sin efecto e incluso arrancó “literalmente” parte del colector general, “que desapareció por completo”, e inutilizó unos 400 metros de la tubería de abastecimiento general al municipio, que se quedó sin agua potable, al margen de otros desperfectos en otros colectores y en la urbanización Calypo Fado.
Los técnicos del Ayuntamiento han calculado que los daños ascienden a 2,3 millones de euros entre las tareas de limpieza, recogida de enseres y las obras de reparación que hubo que acometer con urgencia, en una localidad cuyo presupuesto anual es de seis millones de euros, por lo que esto “ha condicionado”, a su juicio, casi los cuatro próximos años de legislatura, en los que también hay que seguir trabajando en otros ámbitos.
Con el pueblo ya limpio completamente de lodo y enseres, Casarrubios continúa cien días después arreglando el acerado y las calles y se plantea, a consecuencia de este episodio, realizar distintas actuaciones en materia de infraestructuras hidráulicas para mejorar “ciertos puntos negros” que hay en la localidad e incluso poner en marcha un plan de emergencias general y otro de inundaciones.
“Esto ha sido un palo muy duro y de la noche a la mañana no vamos a volver directamente a la normalidad, queda mucho trabajo por hacer hasta que volvamos a esa reconstrucción otra vez del municipio”, ha explicado el alcalde de la localidad toledana, que ha solicitado ayudas a la Diputación provincial y al Gobierno central, a través de la Declaración de Zona Catastrófica.
A nivel particular fueron unas 300 viviendas las afectadas en Casarrubios del Monte, que también se convirtió en “el pueblo más afectado” en lo que a vehículos particulares se refiere --se perdieron más de 600 a consecuencia de la DANA-- y, por desgracia, en la localidad que sufrió “la parte más trágica”, al perder la vida dos de sus vecinos, un joven en un ascensor que quedó bloqueado y una mujer, arrastrada por la riada, cuyo cuerpo apareció una semana después en Valmojado.
Junto a estos dos vecinos, la DANA se llevó la vida de un hombre que quedó atrapado en el interior de un coche en Bargas (Toledo) y de otro hombre cuyo cuerpo apareció en el cauce del arroyo Gadea de la localidad toledana de Camarena.
“Estamos comprobando con otros compañeros que puede volver a pasar y yo creo que esta legislatura va a ser un poco enfocada a la reconstrucción y al trabajo de poder mitigar posibles inundaciones”, ha concluido el primer edil de Casarrubios, que cree que aunque lo material al final saldrá adelante, han sido las muertes las que les han dejado “marcados por mucho tiempo”.
Sin piscina en Cobeja
El pabellón, el colegio, una zona de deportiva, las pistas de tenis y pádel, la piscina, el gimnasio municipal y el parque de los pinos son solo algunas de las infraestructuras municipales que asoló la DANA en Cobeja, cuyo alcalde, José Luis Aguirre, admite que a día de hoy todavía continúan con las tareas de limpieza, y lo único que han podido arreglar “al cien por cien” ha sido el pabellón y el aparcamiento del cementerio.
Cobeja se quedó sin coche de Policía Local, declarado “siniestro total”, y resultaron dañados el de Protección Civil y distinta maquinaria, ascendiendo las pérdidas a 5,5 millones de euros, casi cuatro veces más que el presupuesto anual del municipio, que no alcanza los 2 millones de euros. Con la ayuda que recibirán de la Diputación tienen decidido cambiar la piscina de ubicación, ya que se encuentra en una zona inundable, lo que hará que el pueblo se quede sin piscina el verano próximo.
También unas 125 familias vieron dañadas sus viviendas en esta localidad toledana --una familia tuvo que ser rescatada del tejado y una señora fue evacuada de su casa en una barca de pesca--, que se plantea construir un canal de aguas pluviales, en previsión de siniestros similares. Ahora, “si nos dicen que mañana viene agua, pues rezando para que no sea muy fuerte”.
Más de 300 toneladas de muebles retirados
El alcalde de Escalona, Álvaro Gutiérrez, explica que en su municipio hubo “muchos daños públicos” pero también “muchísimos” en viviendas particulares, ya que las inundaciones provocadas por la lluvia entraron en viviendas, garajes, sótanos. El desbordamiento del río Alberche ocasionó que cientos de hogares quedasen anegados e incluso se tuvo que rescatar a decenas de personas --incluso en helicóptero-- que estaban “en los tejados”, ya que el río “subió a una altura brutal”.
Entre 400.000 y 500.000 euros es la estimación de daños generados “en cosas públicas” que ha realizado el Ayuntamiento, que vio cómo la DANA dejó “infinidad” de destrozos en las calles, que se levantaron, al igual que los adoquines; en caminos “totalmente destrozados” o en el colector que atravesaba el río por una pasarela. A ello hay que sumar los “centenares” de viviendas afectadas, de las que algunas tenían seguro y otras no.
A día de hoy, según Gutiérrez, los caminos están “prácticamente arreglados” y las calles “limpias y transitables”, habiéndose retirado de la vía pública “más de 300 toneladas de muebles y enseres” procedentes de las casas de los vecinos que había destrozado el desbordamiento del río.
Un río que ya se desbordó “hace décadas” pero “de ninguna manera con la virulencia con la que lo ha hecho esta vez y, sobre todo, con esa rapidez y sorpresa”, ha confesado Gutiérrez, que ha comentado que en esta ocasión el agua “vino de repente y en quince minutos las casas se vieron inundadas”.
Familias que lo perdieron todo
Algo similar ocurrió en Mocejón, cuya alcaldesa, Conchi Cedillo, cifra en 1.200 las viviendas afectadas y en cerca de 500 los vehículos que se llevó la riada, a los que se suman locales y empresas comerciales. “La verdad es que fueron momentos muy complicados”, reconoce, pues “hubo familias que lo perdieron prácticamente todo”.
Los daños en instalaciones municipales, edificios públicos, calles y caminos se acercan a los 2 millones de euros en Mocejón, que también ha solicitado las ayudas de Diputación y del Gobierno central, pues esta situación ha supuesto “un agujero para el presupuesto tremendo”, ha admitido.
La DANA del primer fin de semana de septiembre afectó también a Guadamur --que ya sufrió un episodio similar hace dos años--, Yuncos, Yunclillos, Villacañas, Lillo, Corral de Almaguer, Magán y Olías del Rey, entre otros, así como a la capital regional, donde el servicio de autobuses urbano quedó sin servicio durante dos días al inundarse los garajes y muchas carreteras se volvieron intransitables.
Tras la provincia de Toledo, fue la localidad conquense de Buenache de Alarcón, la que se llevó la peor parte de esta DANA, hasta el punto de solicitar también la Declaración como Zona Catastrófica, y el municipio de Belmonte. En Guadalajara hubo incidencias, pero no graves, afectando a localidades como Marchamalo, Cabanillas del Campo, Azuqueca de Henares y alguna más en la comarca de la Alcarria.