“Un país no puede permitirse caminar sin sus jóvenes y si condena a sus generaciones a no tener futuro, el que no tiene futuro es el país”, reflexionaba el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, que ha participado en la inauguración de las jornadas 'Universidad Pyme' que se celebran hasta el jueves en Toledo. “Son jornadas decisivas, muy importantes”, recalcó el político que señaló que “no hay generaciones perdidas, sino un país perdido”.
De este modo, recalcó cómo el empleo juvenil es “decisivo” y la inserción de los jóvenes es un “elemento esencial” a trabajar por parte de la sociedad. “Cuando se empezó a hablar de generaciones perdidas, en 2013, la tasa de desempleo juvenil era del 57%, una brutalidad. Algo inasumible”, recordó. Hoy, la tasa es de un 29%. “Es igual de inadmisible”, señaló, pero que es la mitad. “Estamos en esta tasa de empleo, a pesar de haber sufrido la crisis más intensa de la historia”, puntualizó.
Efecto “decisivo” entre los jóvenes
La crisis sanitaria, recordó, fue “mucho peor” en términos de PIB que la sufrida en 2013. “¿Qué ha cambiado? La determinación, la protección social, y el respeto a los derechos. La capacidad del Gobierno de servicio público de proteger a más de tres millones y medio de trabajadores y a medio millón de empresas. Esta manera radicalmente distinta de afrontar las crisis ha tenido un efecto decisivo entre los jóvenes de nuestro país”, afirmó el secretario de Estado.
Pérez Rey aseguró que “hoy se crea más empleo entre los menores de 30 años que entre cualquier otra franja de edad” y que hay 200.000 personas jóvenes más trabajando que antes de la crisis sanitaria. “Hay cinco veces más creación de empleo entre los jóvenes que entre el resto de edades, y este es el camino que debemos seguir. Un año después de la reforma laboral, la contratación indefinida ya es la regla entre los jóvenes”, continuó.
Los contratos de este tipo han pasado de un 8% a un 44%: “Uno de cada dos jóvenes que es contratado es por tiempo indefinido”, señaló Pérez Rey. Pero insistió: “No nos podemos conformar contener una tasa tan alta de desempleo. Tenemos que seguir trabajando, un país no es nada sin sus jóvenes”. Por eso destacó la importancia de los programas de inserción juvenil que son “imprescindibles” y también el Estatuto del Becario, para “acabar con el modelo low cost” y que la formación no suponga no tener garantías para las personas“.
La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, señaló en su intervención que “asistimos a una transformación de nuestro mercado de trabajo”. “El empleo está cambiando; la búsqueda de empleo también está cambiando”, resaltó. Y, en especial, en cuanto a empleo juvenil, recalcó la importancia de las nuevas herramientas de innovación, aplicadas sobre todo al desarrollo profesional de las personas que entran al mercado laboral.
Patricia Franco, consejera de Economía, Empresas y Empleo, aseguró que la apuesta debe ir por la formación. “Hay que combatir la falta de experiencia”, aseveró, recordando que el desempleo juvenil también se ha reducido a la mitad desde 2015. “Me preocupan las condiciones de los jóvenes, porque si no se mejoran, cuando llegue la hora de jubilarse igual ni se dan las condiciones de cotización”, finiquitó Emiliano García-Page, presidente de la Junta de Comunidades.