Más de 80 colectivos de toda España denuncian el “deficiente estado” de los ríos de la cuenca del Tajo

Más de ochenta colectivos han denunciado “un año más” el “deficiente estado de los ríos de la cuenca del Tajo”. Así lo han hecho bajo el lema 'Por unos ríos vivos, con agua para la vida', y piden que se recuperen sus funciones ambientales, sociales y culturales.

Además, han querido denunciar la “inaceptable inhibición” de las administraciones que deberían asegurar su conservación y entre “los problemas más graves”, identifican la “abusiva” extracción de caudales, la pérdida de la dinámica fluvial, la “ocupación y degradación” de sus riberas y la falta de calidad de las aguas.

En el manifiesto firmado por los colectivos se indica que los ríos de la cuenca padecen estos problemas de forma similar, y recuerdan a las administraciones públicas su obligación legal para alcanzar y mantener unos ríos en buen estado, recuperando sus funciones ambientales, culturales y sociales.

Entre los colectivos firmantes se encuentran entidades locales y regionales de toda la cuenca del Tajo (Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Castilla y León y Portugal), así como colectivos de otras cuencas hidrográficas y de ámbito nacional.

“A pesar de las obligaciones que imponen las legislaciones europeas, estatales y autonómicas, nuestros ríos agonizan en imágenes impropias de sociedades del siglo XXI: riberas ocupadas y trasformadas, cauces sin continuidad fluvial, aguas colmatadas de residuos, toallitas, espumas o aguas residuales son frecuentes en los cursos madrileños y castellanomanchegos de la demarcación del Tajo”, resaltan en el texto.

Además, recuerdan que el río sufre en su cabecera el “mayor trasvase” de agua existente en el país. “Se trata de un trasvase que impide la circulación que necesita el río Tajo para alcanzar su buen estado ecológico”, resaltan. Y culpan al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, “con la presión del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación”, de seguir adelante con una legislación que tachan de “obsoleta”.

Todo para “abastecer una agricultura ajena, insostenible, desmesurada, tóxica e insolidaria que ya está causando enormes daños ecológicos, también en las cuencas receptoras, con el colapso ambiental del Mar Menor o el mantenimiento artificial de las Tablas de Daimiel”.

Y todo esto, “sin tener en cuenta la reducción de aportaciones naturales”, que, afirman, hace cada vez “más inviable” seguir derivando agua a otras cuencas hidrográficas.

“Los ríos de la cuenca del Tajo siguen careciendo de un auténtico régimen de caudales ecológicos que cumpla con su objetivo de garantizar la funcionalidad y estructura de los ecosistemas fluviales. Los caudales ecológicos fijados por ley, son insuficientes para reproducir los procesos ecológicos naturales de un río”, critican.

“Disfrutar de ríos en buen estado es un derecho ciudadano que exigimos a las administraciones competentes. Aún estamos a tiempo de conseguir que los ríos de la cuenca del Tajo sean ríos vivos con agua para la vida, recuperando sus funciones ambientales, culturales y sociales”, concluye el manifiesto.