Clara Alcolado, la joven 'influencer' con más de 150.000 seguidores que reivindica la Ciencia 'made in la Mancha'
Con más de 74.000 seguidores en TikTok y otros 65.000 en Instagram, el nombre de Clara Inés Alcolado, es ya bien conocido en el mundo de la divulgación científica que se hace a través de redes sociales. En sus distintos canales, @ClaraIAlcolado, la joven científica natural de Campo de Criptana ha logrado hacerse un hueco importantísimo en un sector en auge, que ahora se verá impulsado con el apoyo de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Alcolado, que se encuentra inmersa actualmente en la etapa de predoctorado de su formación, lanza este sábado 25 de mayo su programa 'Mancha Ciencia' en su canal de YouTube, con el objetivo de acercar la ciencia que se hace en Castilla-La Mancha a todos los rincones de la región. “No solo quiero entretener, sino inspirar vocaciones científicas y cautivar a la ciencia, dar visibilidad a las mujeres científicas, sobre todo en entornos rurales”, resalta.
El objetivo lo tiene claro: que la ciencia sea más accesible. “Creo que a la gente de verdad le interesa la ciencia, y por eso me he dedicado a hacer la divulgación en redes, además de mi tesis doctoral”, asegura la científica.
Clara es investigadora predoctoral de la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas en la Universidad de Castilla-La Mancha. Actualmente, trabaja en la cinética en disolución. Su tesis, explica, está relacionada con cómo funciona la radioactividad de una molécula, el peroxinitrito con otras distintas orgánicas, como fármacos de uso habitual. Pueden ser aditivos alimentarios o pesticidas, lo que serían contaminantes emergentes. “A través de estudios cinéticos y mecanisticos intento saber los productos de reacción que se generan y mejorar la calidad de vida de las personas”, afirma.
“Con la divulgación llegamos a más gente”
La científica reflexiona acerca de cómo las carreras dedicadas a la ciencia tienen “menos gente” hoy en día y que esta situación le ha servido para buscar encontrar fórmulas para atraer al público general a su campo de estudio. Concretamente, la química. “Siento la motivación de buscar a que la gente le guste, y se pueda ir apuntando. Con la divulgación llegamos a mucha más gente y por eso es importante”, asevera.
“Sí es cierto que la Universidad de Castilla-La Mancha no tiene la representación que debería a nivel nacional. Esto es lo que pienso y por eso creo que es importante resaltar la ciencia manchega”, destaca la profesional. Pero también defiende la perspectiva de género en su trabajo. “Nos faltan muchos referentes. A la hora de estudiar nos enseñan solo figuras de hombres y pocas mujeres. Parece que no hay más científicas, solo Marie Curie, pero hay muchísimas”, describe.
En su trabajo de divulgación ya ha querido poner el foco en esta situación, con su serie de '11 días, 11 científicas relevantes', que realizó con motivo del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra el también 11 de febrero.
“He tenido mucha suerte, porque en las redes sociales siempre se me ha valorado bastante y cuando voy a dar charlas, la gente me conoce y eso lo valoro”, asegura. Alcolado ha trabajado, por ejemplo, en la jornada de divulgación de 'Pint of Science'. 'Oxidando células y nubes' fue el tema elegido para divulgar a todos los públicos. “Existe una visión sesgada de la Ciencia que se hace en regiones como Castilla-La Mancha y por eso quiero dar la mayor visibilidad posible”.
'Mancha Ciencia' es un proyecto de la unidad de Cultura Científica e Investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha, con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación, a través de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, FECYT.
En el programa no solo trabajará Clara Alcolado, sino todo el equipo de su grupo de investigación 'FotoAir', que colaboran en la iniciativa: Sara Espinoza, María Asensio, Daniel González, María Antiñolo, Francisco Poblete, Elena Jiménez y José Albaladejo serán parte también de este programa “de entretenimiento” que contará con cuatro secciones.
La primera 'Conciencia manchega', en la que realizará una breve entrevista a una mujer científica de la región, tanto de una universidad como de una empresa; también 'Ciencia callejera', en la que saldrá a las calles de Ciudad Real para hacer preguntas de cultura general científica a las personas que se encuentre.
La tercera sección es denomina 'Conexión secundaria', una sección donde compartirá vídeos de institutos en la que el alumnado ha podido enviar sus preguntas sobre su trabajo de investigación a la persona invitada. Y, finalmente, 'Luces, cámara y reacción', donde Alcolado realizará un experimento en el programa. Además de subir el programa a YouTube, se harán diversos fragmentos para divulgarlos por Instagram y Tiktok.
Unidad de Cultura Científica e Innovación
El profesor Alberto Nájera es desde 2019 el coordinador de la Unidad de Cultura Científica e Innovación de la Universidad de Castilla-La Mancha, y uno de los impulsores de iniciativas como las de Clara Alcolado. El objetivo de la unidad es, entre otros, que “aumente la cultura científica de la ciudadanía y su interés por la ciencia, la tecnología y la innovación”.
“Hace diez o quince años, quienes nos dedicábamos a la divulgación, parecía que poco menos perdíamos el tiempo. Pero la percepción ha cambiado muchísimo, porque se ha descubierto su importancia y la necesidad de acercar la ciencia a la sociedad”, señala. Un cambio que se ha producido en la última década, aunque en otras universidades se contaba con una unidad similar desde hace ya por lo menos una década.
“Desde el principio necesitábamos mecanismos para incentivar al personal investigador a que hiciera divulgación”, resalta. De ahí que se hayan llevado a cabo proyectos como el de Alcolado que es parte de una convocatoria interna por un total de 5.000 euros de la FECYT. “Se trata de incentivos simbólicos”, reconoce, pero con el interés de atraer a investigadores e investigadoras más jóvenes. “El caso de Clara es fantástico. No vamos a tener un proyecto con una visibilidad de este tipo en redes sociales”, asegura.
“Llevamos así la ciencia donde esté la gente: a las redes sociales, a los bares. Y si hay gente que no puede acceder a la ciencia, pues se lo llevamos hasta a prisión”.
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