Homenaje a los fallecidos del retén de Cogolludo en el incendio de La Riba de Saelices en 2005

Cogolludo, el lugar donde se halla el retén del que partieron, para no volver, los once fallecidos que se vieron sorprendidos por el fuego en el Valle de los Milagros mientras trabajaban en la extinción del incendio originado en la localidad de la Riba de Saelices, en la provincia de Guadalajara, les ha rendido hoy homenaje cuando se cumplen 19 años de de su fallecimiento.

A las 11:30 horas de la mañana, el alcalde de la villa serrana, Juan Alfonso Fraguas, tomaba la palabra, delante del monolito que recuerda su memoria, a los pies de un olmo centenario.

El regidor dio las gracias a todos los presentes, más de medio centenar de cogolludenses, por acercarse al acto. Fraguas insistió en que, “aquí nos acordamos de los miembros del retén que salió de Cogolludo a intentar apagar un incendio que, desgraciadamente, les costó la vida. No solo el 17 de julio, sino todos los días del año”. 

En el acto han participado tanto representantes del cuartel de la Guardia Civil de Cogolludo como los compañeros de servicio, y fuera de él, que forman parte del actual retén de incendios de Cogolludo. 

El alcalde, recordando las palabras con las que el capitán Frank Furillo, protagonista de la mítica serie 'Canción triste de Hill Street', terminaba su charla matutina y que dirigió a los miembros del retén y a todas las personas que trabajan en la extinción de incendios: “Tengan cuidado ahí fuera”. En este sentido, añadía, por importante que sea cuidar del medio natural, “lo más importante de todo es que vuelvan” y por eso les ha pedido que extremen las precauciones.

También estuvo presente en el homenaje Alfredo Barra, el nuevo delegado de GEACAM en Guadalajara. Barra agradeció al pueblo de Cogolludo que mantenga en el recuerdo colectivo a estas personas que “dieron su vida por mantener el entorno natural” y por su sentido del deber. Barra agradeció también la labor diaria de “los compañeros y compañeras que trabajan en GEACAM, por poner vuestro trabajo, e incluso vuestras vidas, a disposición de cuidar de lo que es de todos”, en alusión al medio natural.

El párroco local, Mauricio Muela, terminó el sencillo homenaje con un breve y emotivo responso. Un aplauso cerró el acto.

Aquel incendio fue el más devastador de la historia de Castilla-La Mancha y arrasó 13.000 hectáreas de monte de gran valor medioambiental. Se originó el 16 de julio de 2005 (un día antes de que murieran los once trabajadores), en la barbacoa que un excursionista había dejado mal apagada. Su virulencia hizo que se tardara más de una semana en extinguirlo.

Desde Toledo, la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha recordado hoy a los fallecidos y ha vuelto a hacer un llamamiento a todos los ciudadanos para que en estos días en los que las temperaturas provocarán que suba el índice de propagación de incendios “fuertemente”, sean prudentes al disfrutar de los espacios naturales.

“Que este recuerdo nos sirva precisamente para poder saber que las negligencias, desgraciadamente, al final se pueden cobrar vidas humanas, como sucedió en este incendio”, ha dicho, para agregar que “allí sacamos muchísimas conclusiones que hacen que hoy tengamos el mejor dispositivo de extinción de incendios de Castilla-La Mancha”.

Dicho lo cual, ha señalado que la región no está exenta de poder tener “una situación climatológica adversa y un incendio muy adverso que pueda provocar graves daños. Por lo tanto, por eso llamo a la prudencia de todos los ciudadanos para que eso no suceda”, ha insistido.