Pulso de más de 15.000 trabajadoras a la patronal nacional de la limpieza: se enquista el conflicto en Castilla-La Mancha

“Tensísima situación” la que viven las trabajadoras del sector de Limpieza de Edificios y Locales y que forman parte de los piquetes en el Hospital de Toledo con motivo de la huelga que se acerca a su fin este viernes. “A las cinco y media de la mañana teníamos a tres furgones de la Policía Nacional y han venido también dos de la Guardia Civil y otras dos de la Policía Local”, explica Eva Mérida, trabajadora y delegada sindical en la limpieza del Hospital Universitario toledano.

Es la situación una semana después de que comenzara la huelga del sector en Castilla-La Mancha que afecta a unas 15.000 personas, en su mayoría mujeres con contratos de jornada parcial y sueldos muy bajos. Muy bajos. La base de cotización del personal de limpieza es de unos 500 o 600 euros, han explicado desde los sindicatos. En el mejor de los casos, con suerte se logra superar el Salario Mínimo Interprofesional.

El conflicto vuelve al punto de partida y se enquista después de que en la reunión mantenida entre sindicatos y la patronal nacional Aspel, con la mediación de la Junta de Comunidades, se rompiesen las posibles negociaciones. Sindicatos como CCOO culpan directamente a la patronal nacional conformada por empresas filiales de grandes constructoras que diversificaron su segmento de actividad: Ferrovial, OHL, de Fomento de Construcciones y Contratas, ACS, Acciona...

La portavoz del Ejecutivo castellanomanchego Blanca Fernández, señalaba que se limitan a “mediar” aunque los sindicatos reclaman mayor implicación argumentando que, en realidad, la Administración pública es el principal cliente de las empresas. Los servicios de limpieza en los edificios y centros públicos en Castilla-La Mancha como hospitales o colegios están externalizados y en manos del sector privado.

“No creemos que un buen gobierno pueda tolerar que 15.000 mujeres que están a su servicio y que son esenciales para el correcto funcionamiento de la Administración autonómica, reciban el desprecio y la humillación de las empresas que se lucran con su trabajo y que se benefician de las adjudicaciones públicas y del dinero público”.

Juan Antonio Mata, exsecretario de CCOO Castilla-La Mancha lo advierte así en un artículo publicado hoy en elDiarioclm.es: “No deben olvidar que también son sus trabajadores, aunque lo sean periféricos o privatizados y permitir que vivan en una situación de la pobreza absoluta”.

Un día después de la larga reunión de ocho horas entre las partes, las trabajadoras no esconden su decepción. Eva Mérida recalca que las trabajadoras tenían “buenas expectativas” tras el encuentro. “Estuvimos todo el día esperando, pero recibimos la noticia de la ruptura de las negociaciones, porque la patronal no acepta ninguna de las propuestas que se han puesto sobre la mesa”, lamenta.

“Me siento enrabietada e indignada, pisoteada, porque ellos tienen el dinero presupuestado y es algo que nos merecemos los trabajadores”, resalta la trabajadora en el Hospital de Toledo que se ha convertido en uno de los focos de las protestas y en los que se concentra la presencia policial. En este centro de trabajo este mismo miércoles “había también cuatro furgonetas policiales”, según ha explicado Carlos García, responsable de CCOO en esta movilización. “No lo entendemos, sólo somos trabajadoras exigiendo nuestros derechos”, explica el sindicalista. “No somos delincuentes”.

Eva Mérida cree que todo el despliegue policial se debe a que la concesionaria de los servicios de limpieza avisa al personal de seguridad. Dicen sentirse “acosadas” y critican que se les impida acceder al edificio. “No nos dejan entrar para calentarnos, y hay personal de seguridad que ha llegado a escoltar a las compañeras del piquete al lavabo”, resalta Mérida. Incluso hubo días, denuncia, en los que no se les permitió entrar a la cafetería a por una bebida caliente.

Más allá de la tensión entre los piquetes de la huelga recuerdan que “el problema sigue ahí y no vemos solución. Hay compañeras que trabajan una hora en un sitio, otra hora en otro, con jornadas parciales que repercuten en el bolsillo. Nuestra guarrería de nómina no nos permite asumir nuestros gastos”, asevera la delegada sindical. 

Fallidas negociaciones

La reunión citada para este martes se esperaba como un punto de inflexión, incluso para poner fin a la huelga. Pero no se consiguió. Carlos García explica que se puso sobre la mesa la propuesta de subida de un 3% para los años 2022 y 2023, y del 4% para el 2024 y 2025. La patronal “no quiso”, resalta, y propuso una subida total de un 9% en conjunto para todos los años, con la excepción de 2022 que mantendría los salarios congelados. “El problema es que Aspel no quiere acordar nada, no quieren solucionar el conflicto y finalmente rompieron directamente cualquier posibilidad de acuerdo. No quieren ni oír hablar de subir salarios o reducir jornadas”.

García también recuerda que se pide la reducción de la jornada, para que mejoren los salarios y a la larga también la jubilación de las trabajadoras. “Los costes de la reducción de jornada pueden repercutir perfectamente a los clientes públicos [como la Junta de Comunidades], porque se garantiza que se paguen estos costes. Pero la patronal se niega a aceptar cualquier tipo de derecho que reclamamos”, lamenta el responsable de esta movilización.

Todo es “sin ninguna razón”. “Es el no por el no”, explica. “Todo esto es injusto para las trabajadoras, no puede ser que se plantee una congelación salarial como se hace para el 2022 y luego un 9% para los siguientes años que supone un crecimiento del salario de un 2 y pico. Esta fue su última propuesta”, señala el sindicato. Pero, advierten, debe ser la patronal la que zanje el asunto. “Y que no se olviden de que somos un servicio público, como quedó claro durante la pandemia”.

La huelga se acaba este viernes, pero se plantea seguir con movilizaciones. Y muchas. “Tendremos que hacer convocatorias todas las semanas para ver qué ocurre. Nos van a oír todas las semanas y todos los días, en la puerta de todos”, remata García. La basura seguirá acumulándose en los centros públicos.