Las Urgencias de Toledo y ahora las de Albacete y Villarrobledo: CSIF denuncia situación “límite”
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado hoy lo que califica de situación “límite” de los Servicios de Urgencias del Área de Salud de Albacete, con especial incidencia en los hospitales de Albacete y Villarrobledo. Lo hace en la misma semana en la que criticaba la saturación en el servicio del Hospital Universitario de Toledo del que aseguró, facilitando imágenes gráficas, que las Urgencias están “desbordadas”.
Sobre la situación en la provincia de Albacete, el sindicato explica que la frecuentación ha ido aumentando progresivamente en las últimas semanas en el Hospital General Universitario de Albacete, llegando en varias jornadas a rozar los 500 pacientes al día y con varias horas de espera para ser atendidos. “Esta saturación y falta de medios ha provocado que hubiera pacientes esperando horas el ingreso hospitalario”, ha sostenido.
A estos picos asistenciales se sumó el pasado lunes la caída del sistema, que produjo situaciones “de auténtico caos” e incluso “se produjeron amenazas de agresiones por parte de familiares desesperados por las horas de espera”.
La responsable de CSIF Sanidad Albacete, Silvia Crusat, ha subrayado que que CSIF viene denunciando “desde hace años” que el Servicio de Urgencias del Hospital General de Albacete “se ha quedado obsoleto, hay una falta indignante de espacios y un déficit palpable de trabajadores”. “Estos déficits crónicos en los momentos de repunte de actividad se hacen mucho más patentes”, ha añadido, señalando que el pasado martes se alcanzaron los 15 pacientes a la espera de ingreso hospitalario.
Estamos cansados de que nuestros políticos y gestores digan que todo se debe a la habitual incidencia de patologías respiratorias de estas fechas, pero una vez más ha faltado planificación y continúan faltando recursos
La Sala de Observación de Urgencias, donde están los pacientes más graves, “está llena y no se pueden derivar los pacientes a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) o al Servicio de Reanimación por hallarse en las mismas circunstancias”. No en vano, esta situación repercute en el resto de servicios hospitalarios, alegan desde CSIF. Los pacientes con intervenciones de cirugía deben hacer la reanimación postquirúrgica en el mismo quirófano porque no hay camas en Reanimación y mientras esto sucede no se puede seguir operando, a lo que se suma que los pacientes que están en esta situación no pueden ser controlados debidamente por falta de espacio y de personal.
“Estamos cansados de que nuestros políticos y gestores digan que todo se debe a la habitual incidencia de patologías respiratorias de estas fechas, pero una vez más ha faltado planificación y continúan faltando recursos. No nos podemos olvidar que las Urgencias no cierran nunca sus puertas, atiende las 24 horas del día los 365 días del año. Los profesionales ya no pueden más, están frustrados por no poder atender a los pacientes con la calidad necesaria”, añade Crusat.
En el caso del Hospital General de Villarrobledo, la falta de médicos internistas ha limitado la hospitalización a 50 pacientes en planta, lo que colapsa las Urgencias por falta de camas. Así, el martes se alcanzaron los 11 pacientes pendientes de ingreso, explican.
La UCI y la Sala de Reanimación están también llenas. Se ha dejado libre un box para operar las Urgencias, por lo que se ha suspendido la actividad quirúrgica programada, aumentando así las listas de espera y obligando a los anestesistas a atender pacientes de Medicina Interna que están ingresados en la Sala de Reanimación.
“La tormenta perfecta se ha gestado sobre el Área de Salud de Albacete colapsando sus urgencias hospitalarias. A una Atención Primaria desbordada por la falta de medios y profesionales, lo que aumenta la derivación de pacientes a las Urgencias al no poder estos tener citas en sus centros de salud, se ha sumado la época de la gripe, más el COVID, que parece que ya nos hemos olvidado de su existencia, y múltiples virus respiratorios habituales por estas fechas. Todo ello se produce junto a una crónica de falta de recursos, tanto de personal como de infraestructuras”, concluye Crusat.
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