Los colapsos en el hospital 'Virgen de la Salud' de Toledo se han convertido ya en algo habitual si no fuera por la falta de humanidad que en diversos momentos se vive en los pasillos del centro y que familiares y enfermos se dedican en recalcar.
En esta ocasión las quejas llegan de familiares que llevan esperando, aún a esta hora, más de 24 horas para que el paciente al que acompañan ingrese en el centro a la espera de que queden libres camas del centro. Concretamente se trata de una persona mayor con cáncer y que se encuentra en mal estado. Mientras tanto los pacientes son trasladados a la Unidad de Preingreso Hospitalario, aunque los pacientes siguen esperando un día más a la larga de los pasillos del centro.
Al por desgracia ya habitual estado lamentable del servicio del centro toledano hay que sumar esta vez las molestias que acarrean las obras que se viven en el hospital, que según denuncian los propios pacientes “hacen que se llene todo de ruido y polvo. Los enfermos están a un lado del pasillo y los trabajadores al otro”, como puede verse en diversas imágenes en redes sociales de la noche vivida el lunes 15 de septiembre.
Estas obras, que se realizan para la mejora del servicio de urgencias, han sido señaladas primero desde el Ayuntamiento por no tener licencia de obra (si bien la tienen ahora solo que fue pedida con muy poco tiempo de antelación) y posteriormente por familiares y pacientes, especialmente los de urgencias pediátricas, ya que el recorrido alternativo por el centro para llegar a sus zonas les hacen recorrer varias decenas de metros hasta llegar a su destino.
En las imágenes facilitadas que pertenecen a la mañana del lunes 15 se puede observar a los trabajadores de la obra haciendo su labor mientras que los pacientes esperan una vez más en los pasillos en fila.
Desde el mismo día 1 de septiembre, día en que se abrieron camas al servicio que estuvieron cerradas durante todo el verano, se llevan registrando diversos colapsos en el 'Virgen de la Salud' de Toledo. La propia nueva gerente del servicio, Cristina Granados, desmintió el mal estado del servicio afirmando que “se encuentra igual que ha estado siempre en los últimos años”, desmintiendo las propias imágenes del centro que hicieron llegar los pacientes (a pesar de haber llegado por diversos canales y por varias personas distintas) así como restando importancia al asunto.
La gerencia ya advirtió de las molestias propias de las obras que por otro lado son inevitables y pidió la comprensión de quienes tuvieran que lidiar con ellas, si bien no advirtió de que al otro lado de los pasillos estarían pacientes esperando por una cama una vez más, en este caso 27 horas.