La Venta de la Inés, un símbolo 'cervantino' en peligro de extinción
En un paraje natural espléndido como es el Valle de Alcudia, en Castilla-La Mancha y más concretamente Ciudad Real, sobrevive la Venta de la Inés, un lugar citado por Miguel de Cervantes en ‘Rinconete y Cortadillo’ que lleva años en peligro de extinción. Culpa de que aún esté en pie esta venta es de Felipe Ferreiro, de 86 años, que sigue viviendo en ella junto a su hija Carmen, discapacitada. Vicente Luchena, coordinador de Ecologistas en Acción en el Valle de Alcudia, nos cuenta la historia de la lucha que mantiene la familia Ferreiro con el propietario actual de ‘La Cotofía’, la finca que rodea la venta, desde 1986.
Lo primero que quiso hacer Vicente de Gregorio Arenal, nombre que también figura en la sociedad propietaria de la finca (Patrimonios y Negocios S.A.), fue intentar comprar la Venta de la Inés. Felipe Ferreiro no quiso vender y fue entonces cuando las cosas empezaron a torcerse entre ambos y, como asegura Vicente Luchena, “comenzó la campaña de acoso”.
Desde 1911, la venta como tal se cerró y desde entonces únicamente es vivienda familiar. A los Ferreiro no les llegó el agua y la luz hasta “hace poco”. Aunque la fincha de ‘La Cotofía’, que está pared con pared a la venta, sí tiene luz eléctrica, Vicente de Gregorio no permitió en su momento que su vecino enganchara ahí la luz, ni aunque pagara su parte proporcional. Luchena recuerda que los Ferreiro tienen ahora luz gracias a “una subvención de la Diputación”, con la que tuvieron que hacer una línea eléctrica distinta.
El último capítulo, que aún no ha quedado completamente esclarecido, es en el que la familia Ferreiro se quedó sin agua. “Para beber, tienen que comprar el agua”, afirma el coordinador de Ecologistas en Acción en el Valle de Alcudia. Este hecho viene provocado porque en una temporada que Felipe Ferreiro tuvo que salir por un tema laboral de la Venta de la Inés, el día que regresó se encontró que la tubería que conducía el agua hasta su casa “estaba hecha mil pedazos”. Luchena afirma que “estaba completamente arrancada y no pudo ser otro que el vecino”.
Caminos “de titularidad municipal” cerrados y restringido el acceso a Bienes de Interés cultural
La finca de ‘La Cotofía’ o mejor dicho fincas, porque son dos linderas que abarcan “unas dos mil hectáreas”, son un reflejo del poder económico del vecino de Felipe Ferreiro. Desde Ecologistas en Acción afirman que el dueño de la finca tiene más de trece caminos de uso público cortado, incluso el camino Real de la Plata, un camino histórico que ahora sí está abierto, “lo llegó a cortar también”. Ayuntamiento de Almodóvar del Campo, Diputación o incluso Gobierno regional, son señalados por Luchena, que dice que “esto lo hace a su antojo porque las administraciones públicas se lo permiten”.
Da varios argumentos para apoyar sus afirmaciones, como la que salpica al río Tablillas, ahora arroyo, que hay cerca de la Venta de la Inés. “Ha conseguido que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que es afluente, diga que aquello no es río, sino que un arroyo particular. Incluso en los planos del Instituto Geográfico Nacional, ha conseguido que lo cambien, el nacimiento de un río. A pesar de no haber dudas de que lo es”.
Pero la indignación va en aumento cuando Luchena llega al punto de explicar el caso de dos Bienes de Interés cultural, como son la Cueva de la Venta, que tiene pinturas rupestres, y la Fuente del Alcornoque, también histórica y citada en El Quijote, pero a la que “no se puede pasar”. En el caso de la Cueva de la Venta, el acceso a ella cambió con la compra de la finca por el actual dueño. “Ahora para poder subir a la cueva, transitando por el río, solo se puede hacer veintiún sábados al año, de 10.00 h. a 14.00 h. y previa autorización. Hay que pedir permiso al Gobierno regional para poder subir y este hombre abre la puerta y la cierra a continuación”, explica Vicente Luchena.
A pesar de las denuncias realizadas por Ecologistas en Acción del Valle de Alcudia o la Asociación de Amigos de la Venta de la Inés, apenas ha prosperado alguna sanción. Los caminos, “que son de titularidad muncipal”, siguen cortados y el acceso a la Fuente del Alcornoque y la Cueva de la Venta, restringidos por el propietario de una finca que tiene la fortuna de tener entre sus sus vecinos un tesoro literario como es la Venta de la Inés. Algo que, desgraciadamente y según explican desde Ecologistas en Acción, ha sido incapaz de ver y valorar.