Ya lo advierte la Asociación de Municipios Ribereños de la cabecera del Tajo: “En solo 15 días nuestros embalses de Entrepeñas y Buendía han perdido el equivalente a 33 veces un estadio de fútbol como el Santiago Bernabeu”. Los niveles de los pantanos de cabecera del Tajo se encuentran ya debajo del 21% de su capacidad total. Durante el verano de 2015, el río Tajo perdió también más de 100 hectómetros cúbicos, sumando también dos trasvases aprobados.
La Asociación señala que el agua que ha perdido el río es equivalente a 33 millones de litros de agua y ha advertido de que “no sabemos” cómo se van a comportar las precipitaciones de cara al otoño ni al invierno. “Mientras, el Gobierno de España sigue sin hacernos caso. Siguen enviando agua a espuertas a Murcia y al Segura y siguen sin poner al máximo rendimiento las plantas desalinizadoras”, asegura el colectivo.
En la semana del 16 de agosto, los pantanos de cabecera del río Tajo perdieron 12,2 hectómetros, llegando al 20,99% de la capacidad total. Desde junio, esta ha sido la tónica que ha seguido el río: en la primera semana de agosto, Entrepeñas y Buendía perdieron 12 hectómetros de su capacidad total, mientras que en la última semana de julio fueron 13,4 los hectómetros perdidos. Mientras el Parlamento Europeo pedía que se revisase la gestión hidrológica española, la cabecera del río Tajo perdía esa semana 9,23 hectómetros de capacidad.
Las perdidas de ambos embalses se acumulan a lo largo de todo el mes de junio. La última vez que ambos ganaron algo de agua, fue en la última semana de mayo, cuando la capacidad subió en apenas 1,5% hectómetros cúbicos hasta llegar al 25,54%. La situación de 2016 es ligeramente mejor que la del año pasado: en la tercera semana de agosto de 2015, los embalses de Entrepeñas y Buendía apenas superaban el 15,9% de su capacidad con menos de 400 hectómetros cúbicos, el número tan celebrado como un “logro” en materia hídrica por el PP.
Desaladoras y trasvases de 38 hectómetros
A principios de verano, el Gobierno de España aprobó un nuevo trasvase para el mes de junio, de 38 hectómetros cúbicos. El Gobierno de Castilla-La Mancha había advertido de manera reiterada que esta era la intención del Ejecutivo central y la cantidad aprobada por la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura fue de casi el doble de las derivaciones mensuales que se estaban llevando a cabo. El Ejecutivo de España anunció que la decisión se había tomado para atender las necesidades hídricas de las cuencas receptoras y “garantizar el abastecimiento” para 2,5 millones de personas en Murcia, Alicante y Almería.
La decisión fue criticada duramente por los movimientos sociales y el Gobierno de Castilla-La Mancha. La consejera de Fomento, Elena de la Cruz, ha señalado recientemente que las desaladoras son la herramienta que hace falta para evitar que continúe el “atentado medioambiental” del río Tajo. “Sabemos que las desaladoras no se ponen en marcha no por el precio del agua porque el agua del Trasvase Tajo-Segura está tremendamente subvencionada”, aseguraba de la Cruz, quien tachó el agua del trasvase como un “regalo”.