Atropellos, líneas eléctricas y aerogeneradores causan la mitad de la muertes de la fauna salvaje en Castilla y León
6.465 animales fueron atendidos en el año 2023 en los centros de recuperación de animales silvestres de la Junta de Castilla y León, según recoge la memoria de funcionamiento de los cinco centros abiertos en la comunidad autónoma. De ellos, cuatro de cada diez ingresaron ya cadáver y el resto heridos, de los que se logró que la mitad se mantuvieran con vida. La fauna silvestre supuso 5.837 animales, tanto ejemplares adultos como polluelos o incluso huevos. El resto han sido operaciones de control poblacional y algunos animales domésticos.
Los centros de recepción y recuperación de animales se ubican en las provincias de Zamora, Valladolid, Burgos, Segovia y Salamanca y en ellos recalan la fauna salvaje localizada por ciudadanos o por los técnicos de la Junta de Castilla y León, para determinar las causas de la muerte si son fallecidos o bien intentar su recuperación si llegan heridos. Todos dependen orgánicamente de la Fundación de Patrimonio Natural de Castilla y León, que a su vez depende de la consejería de Medio Ambiente.
Desde el año 2017 hasta el 2023 en los centros se ha registrado un incremento de casi el 34% de llegadas de ejemplares vivos y de casi el 18% de ingresos de cadáveres. El porcentaje de animales liberados tras su tratamiento se mantiene alrededor del 50% de entre los ejemplares que llegan vivos en los últimos ocho años.
De los 6.465 animales que se han recepcionado el año pasado, 3.616 entradas corresponden a ejemplares vivos, 2.232 entradas corresponden a cadáveres y 617 son de controles poblacionales de visón americano. Un tercio de los ingresos corresponden a pollos y/o huevos. Por grupos las aves son la gran mayoría de los ingresos, suponiendo 5.168 entradas, seguidas de 610 mamíferos, 51 reptiles, 11 peces y 5 anfibios.
Causas no naturales de la muerte
Los atropellos de coche, la colisión o electrocución con tendidos eléctricos y los impactos con aerogeneradores suponen el 60% de las muertes de fauna salvaje de forma no natural que entran a estos centros. Las colisiones con tendidos eléctricos provocaron la muerte de 589 ejemplares en 2023; le siguen las muertes ocasionadas por aerogeneradores, son 443 cadáveres y los atropellos de coche con 357 muertes. El informe recoge como también que no se pudo determinar en 217 cadáveres de animales la causa del fallecimiento y se identifican como 'traumatismo indeterminado'. Por decomiso o cautividad se registraron 37 animales fallecidos y por disparo otros 19 ejemplares.
Mas del 93% de los ingresos por electrocuciones y colisiones son ya cadáveres, explica el informe que además al 90% de los ejemplares afectados por esta tipología se le acaba haciendo la eutanasia debido a la gravedad de sus lesiones. En relación con los atropellos, más de la mitad ingresan vivos, pero acaban muriendo aproximadamente la mitad por la gravedad de las lesiones generadas.
Por tipología, entre las aves los vencejos y los buitres leonados son los animales más afectados y que terminan ingresando en estos centros por alguna causa. Los buitres leonados ingresados fueron 452 ejemplares en 2023, siendo un tercio por colisiones con líneas eléctricas y otro tercio por hacerlo contra aerogeneradores. A ellos les siguen por número la cigüeña blanca, el busardo ratonero y el gorrión común.
En cuanto a mamíferos las especies con mayores ingresos son el corzo, seguido del murciélago enano, el erizo europeo occidental, el zorro y el tejón.
Especies en peligro de extinción
Dentro de las especies amenazadas incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (categorías de En Peligro de Extinción y Vulnerable) el milano real es el más afectado, con 218 ejemplares ingresados principalmente por electrocución, intoxicación, colisiones con aerogeneradores, traumatismos indeterminados y atropellos por coche. Le sigue el aguilucho cenizo , fundamentalmente pollos y huevos recogidos del nido para evitar atropellos por vehículos agrícolas, además de ejemplares pollos y adultos ingresados por atropellos de maquinaria agrícola. El buitre negro cierra los primeros puestos de la clasificación de especies amenazadas con 56 ejemplares, principalmente a consecuencia de colisión con aerogenerador, por intoxicación, electrocuciones y colisiones con tendido eléctrico.
Los lobos ibéricos que llegaron a los centros de la Junta de Castilla y León en 2023 fueron 31 ejemplares, 17 por atropello, 5 por disparo, 2 por enfermedad, 1 por intoxicación y 6 con muerte indeterminada. El águila imperial, el águila perdicera, la cigüeña negra o el alimoche han sido otras de las aves especialmente protegidas de las que han ingresado ejemplares para determinar las causas de sus heridas o muerte.
Los centros acogieron en 2023 también tres ejemplares del gran mamífero cantábrico, el oso pardo, dos de ellos a causa de atropello y otro no se ha determinado la causa de la muerte debido al mal estado de los restos localizados. Del urogallo cantábrico, especie en peligro crítico de extinción, no fue recogido ningún cadáver en los centros de recuperación pese a que en años anteriores si se recogieron ejemplares afectados por aerogeneradores.
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