En el Ayuntamiento de Burgos se viven días convulsos. El pasado sábado y contra todo pronóstico, el candidato del PSOE, Daniel de la Rosa, fue investido alcalde. Burgos era uno de los cambios de cromos pergeñados en el pacto autonómico entre PP y Ciudadanos. El poder para el partido de Albert Rivera en esa capital, en un par de diputaciones más y en Palencia, a cambio de mantener en el poder al Partido Popular, que lleva 32 años gobernando en Castilla y León.
Pero fallaron los planes: poco después de las 23.00 horas del viernes y horas antes de que se constituyesen los ayuntamientos, Vox Burgos enviaba un duro comunicado en el que anunciaba su intención de votarse a sí mismo y no a Ciudadanos. Para los dos concejales del partido de Santiago Abascal, Burgos se había intercambiado como una “mercancía”, sin que hubiese más negociación que la mantenida entre PP y Cs. El maremoto había comenzado. Durante esa noche se puso en marcha una negociación a nivel nacional que se resumió en un tuit del secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea a las 4,46 del ya domingo: “Hay acuerdo, en unas horas tendremos gobiernos por la libertad en toda España”.
Ciudadanos, escoltados por la Policía
Sin embargo, los de Vox Burgos no respetaron ese pacto. Cuando llegó el momento de votar alcalde, votaron a su candidato. De esa forma, el PSOE, que era la lista más votada y tenía 11 concejales, con el apoyo de dos ediles de Podemos, consiguió la mayoría. Ciudadanos, con 5 concejales y sus únicos votos de apoyo, perdió un ayuntamiento previamente pactado. Habían entrado al Consistorio escoltados por la policía, ante 300 personas que se concentraron en la zona para abuchearlos.
Casi de inmediato, a las 12.36 del sábado, cuando el pleno de constitución estaba terminando, el vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto, anunciaba, también con un tuit, que “mañana” -por el domingo- iniciaría “los trámites para una moción de censura al alcalde socialista de Burgos para que se cumpla el acuerdo pactado”. En paralelo, Vox también se pronunciaba adelantando que actuaría contra sus dos concejales. Horas después daban marcha atrás por considerar que habían votado “en conciencia”.
Una moción para la que PP y Cs necesitan a Vox
Llegado el domingo, el Partido Popular no había iniciado un solo trámite para la moción de censura. Las prisas se han rebajado. Este lunes, el candidato del PP a la Junta y presidente del PPCyL, Alfonso Fernández Mañueco, declaraba en una entrevista en Cope que van a reflexionar, que hablarán “entre todos” para hacer la moción de censura en la que necesitan la suma de PP, Cs y Vox y que hay que actuar con “responsabilidad, sensatez y madurez”. Además, adelantó que la decisión se tomaría después de las fiestas locales de Burgos, que finalizan el 7 de julio. Pero es que esta misma mañana la dirección nacional del partido ha dicho lo contrario que Fernández Mañueco. Teodoro García Egea ha indicado en una entrevista en RNE que “hay voluntad para que haya cambio” en las alcaldías de Burgos y Huesca.
“Estamos articulando una mayoría que nos permita recuperar estas alcaldías y durante los próximos días tendremos noticias al respecto”, ha indicado García Egea, al tiempo que ha achacado a un “error” o un “contratiempo” que el PSOE haya conseguido los gobiernos de estas localidades.
Para llevar a cabo una moción de censura es necesario que firmen su solicitud 14 concejales, la mayoría absoluta del Pleno. Para ello, necesariamente tienen que convencer a los concejales díscolos de Vox, ya que PP y Ciudadanos sólo suman 12 apoyos.
Pero las espadas están en alto porque también este lunes, el ya exalcalde Javier Lacalle, que retiró su candidatura en el Pleno de constitución del Ayuntamiento para facilitar la investidura del candidato de Ciudadanos, ha arremetido duramente contra él. Lacalle, ha señalado que la situación hubiese sido diferente si el candidato de Cs a la Alcaldía, Vicente Marañón, hubiese tenido “menos prepotencia” y hubiese sido “más humilde”.
Javier Lacalle ha reiterado que él liderará la oposición en el Ayuntamiento, si bien ha señalado que “cuando proceda” se avanzará en la posibilidad de una moción de censura para revertir la situación. “Es un escenario que se producirá en algún momento”, ha dicho.
También Marañón se ha pronunciado sobre la moción de censura y la ha supeditado a que Vox aclare su postura y se sume al pacto previo alcanzado entre Cs y PP. Marañón ha señalado que él se mantiene como candidato de cara a ese escenario en el que, según ha dicho, es “necesario aunar esfuerzos”, a la vez que ha recordado que en ese posible acuerdo PP y Cs tienen más representación que Vox.
Pese a ello, ha reconocido que conocer qué quiere ahora Vox es una “condición prioritaria” para poder dotar a la ciudad de un “escenario estable” y ha insistido en que, por el momento, Cs tratará de comprender qué sucedió para no ser hoy su candidato alcalde y analizar la situación. “Para llegar a pactos antes hay que saber dónde está cada uno”, ha puntualizado.