Castilla y León nunca había tenido tantos mayores de 65 años como ahora, incluso a pesar del impacto que la pandemia tuvo sobre la demografía de la Comunidad —Sanidad calcula que 14.263 personas han fallecido por COVID desde que se extendió el Sars-CoV-2 en marzo de 2020—. Una de cada cuatro personas residentes en Castilla y León tiene más de 65 años según los últimos datos del Padrón relativos a 2022 elaborados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El 26,1% de los castellanos y leoneses supera los 65 años, frente al 19,97% de españoles.
Récord tras récord, Castilla y León se vacía cada vez más, con menos jóvenes y más personas mayores. La edad media de los castellanos y leoneses es de 48 años por primera vez, cuatro años más que la media española. De hecho, Zamora es la provincia con mayor edad de todo el país: uno de cada tres zamoranos supera los 65 años y, de media, su población tiene 51,57 años. Por detrás —después de Ourense y Lugo—, León, con 49,74 años. De hecho, Segovia es la provincia de Castilla y León menos 'vieja': 46 años de media. Esto se debe al gran número de familias que trabajan en Madrid pero deciden vivir en Segovia y se desplazan con frecuencia en tren hasta la capital.
En este año se ha registrado la cifra más baja de población de los últimos veinte años: 2,37 millones de personas viven en los más de 2.200 municipios que integran esta Comunidad, una de las más envejecidas del país. Si en la primera década de los 2000 parecía que la población de Castilla y León conseguía aguantar o incluso aumentaba ligeramente su población, desde que estalló la crisis económica, Castilla y León pierde población todos los años, sin excepción. Se quedan los que ya tienen un trabajo estable, se vuelven a los mayores que quieren jubilarse en su pueblo o si ciudad: la Comunidad con mayor peso demográfico de la población mayor es Castilla y León en casi todas las franjas de edad. Mientras, miles de jóvenes buscan futuro lejos del territorio.
Castilla y León nunca había tenido tan pocos jóvenes: solo hay 208.832 veinteañeros y 249.373 treintañeros. Este año empieza con casi 200.000 jóvenes menos que hace diez años: es la población superior a la de la capital burgalesa o a la de la provincia de Ávila, Palencia, Segovia o Zamora. De hecho, esta pérdida equivale al doble de la población actual de la provincia de Soria.
Como no hay jóvenes, tampoco hay niños. La Comunidad no había registrado tan pocos niños de cero a cuatro años como hasta ahora: solo 71.378 niños tan pequeños. La precariedad laboral, sumada a un cambio sociológico de los intereses juveniles, añaden carga sobre la población de Castilla y León, que no tiene hijos. Solo tres de cada cien castellanos y leoneses tienen menos de cuatro años, de nuevo liderando este ránking solo por detrás de Asturias.
En 2010, la Junta de Castilla y León elaboró una Agenda para la Población. Se fijaron siete objetivos para 2020 relativos a la población, la emancipación juvenil, la natalidad, la población extranjera, el retorno del talento, las inmigraciones interiores y los municipios de menos de 5.000 habitantes. Las medidas eran muy generales y solo contemplaban la mitad del periodo, entre 2010 y 2015. Para estos cinco años se tenían que dedicar 2.944 millones de euros con planteamientos como “favorecer”, “realizar un nuevo plan”, “mantener”, “impulsar” o “estudiar”.
De todos estos objetivos, solo uno resulta un poco positivo: Castilla y León suma dos años consecutivos con más de 144.00 extranjeros, algo que no sucedía desde 2013. Hay 815 extranjeros más viviendo en Castilla y León que el año pasado. Sin embargo, Vox y PP —que ahora gobiernan en coalición— apuestan por una inmigración “ordenada” y ya se han comprometido a reclamársela al Gobierno. El 16% de todos los extranjeros que viven en Castilla y León son marroquíes, seguidos de los rumanos (15%) y búlgaros (13%). El 7% de los extranjeros residentes en la Comunidad es colombiano; el 5% es portugués y el 4%, venezolano.
En la anterior legislatura —con la coalición PP-Ciudadanos— la Junta impulsó una nueva Ley de Dinamización Demográfica a través de la consejería que lideraba el exvicepresidente Francisco Igea. Sin embargo, poco o nada avanzó esta Ley, que según refleja la huella normativa, solo en septiembre de 2021 se dio la orden de inicio. A finales de diciembre el presidente Mañueco adelantó las elecciones autonómicas y hasta esta semana no se ha terminado de configurar el gobierno que ahora integran el Partido Popular y Vox. Las competencias sobre despoblación han vuelto a manos del PP en la Consejería de la Presidencia, que dirige el expresidente de la Diputación de Valladolid y exconsejero de Agricultura, Jesús Julio Carnero.