“Así que avanzamos en busca de ciudades color flúor que nos ofrezcan poder ser lo que somos. Lejos de casa. Lo de casa, mal. Lo de casa, fatal. Lo de fuera, bien. Lo de fuera, fetén”. La actriz Sara Rivero, Medina del Campo (1985), explora en 3 minutos y 30 segundos la difícil lucha interna que experimenta el que emigra por culpa de la despoblación, entre el impulso y las ganas y el desarraigo que sufre al marcharse.
El corto Castilla Mal se presentará oficialmente en la Seminci, la Semana de Cine de Valladolid, donde Rivero será embajadora del festival No Todo Film Fest en la sección Valladolid Ciudad Creativa para cortos rodados expresamente en la capital del Pisuerga. Castilla Mal busca servir de inspiración y pistoletazo de salida a la recepción de proyectos para esta sección del festival de cine, y aportar su granito de arena a la producción audiovisual castellano y leonesa. Todo el equipo que ha participado es de la Comunidad. Rivero, que ha participado en series como Velvet (A3Media), Isabel (RTVE) o Amar es para Siempre (A3Media), es además autora del texto y de la voz en off.
Castilla Mal trata de despoblación, pero también sobre esa necesidad interna que lleva a muchos jóvenes a marcharse
No es sobre la despoblación únicamente. Hablamos de desarraigo, de éxodo, de capitalismo, del sentimiento de pertenencia, de la huida hacia adelante, del precio del desarrollo, de la búsqueda de la propia identidad, de la autoestima colectiva, del rechazo, del conflicto con el origen, de la aceptación y el reencuentro.
Haces hincapié en el dolor que supone marcharse, en todo lo que uno deja, pero no necesariamente la familia y los amigos, también algo más profundo como son las raíces o la identidad ¿Solemos olvidarnos de esto cuando hablamos de inmigración?
Hablamos de inmigración y hablamos de desarraigo, pero son dos conceptos que no tienen por qué ir de la mano. Tú puedes marcharte (voluntaria o involuntariamente) llevando tu cultura por bandera, o por el contrario puedes marcharte en busca de un lugar con el que identificarse. En el caso de Castilla Mal, planteamos un escenario múltiple: Marchar en busca de un futuro, del desarrollo y de la prosperidad; pero también marcharse impulsado por cierto rechazo a lo propio y por la búsqueda de una nueva identidad. El corto está apoyado en la gestión de esa lucha.
Pero esta identidad tradicional también es muchas veces conflictiva... Atraso, poca apertura, mezquindad. ¿Qué pesa?
Huir de la mezquindad es negarla y lo que planteo es aceptar que la mezquindad, o el atraso o lo que sea de lo que reniegas está en ti. “Está fuera porque está dentro” y ese es el trabajo. ¡Y ojo! No desenfoquemos… ningún lugar del mundo está exento de mezquindad.
“Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora”, que decía Machado
Esa frase tal vez sea cierta, pero te invito a una reflexión…Machado llega a Soria como profesor, después de pasar por una vida bohemia en Madrid y Paris. Imagínate el impacto ante una España áspera de interior. Pero curiosamente, es en Soria donde (como él mismo dijo) “orientó su corazón y sus ojos hacia lo esencial” y es en Soria donde conecta consigo mismo y con las claves de su escritura, escribe su obra cumbre y donde encuentra al amor de su vida.
No sé si tienes la sensación de que dejar al lado arraigo, los paisajes, las tradiciones, las comidas, pasa a un nivel inferior, no se tienen tanto en cuenta cuando alguien se marcha. Sin embargo, el que está fuera acaba sintiendo una nostalgia por algo que antes no le importaba
Creo que es algo muy propio del ser humano. Marcharse, descubrir, conquistar y a la vez añorar lo que un día se tubo. Es el ciclo de la vida.
Siempre ha habido profesiones en las que si se quería “triunfar” era mejor mudarse Madrid, a la capital. Tú has hecho carrera fuera, entiendo que por qué has querido, pero son muchos jóvenes que se tienen que marchar y no porque quieran, sino porque no hay alternativa ¿duele igual?
¿Por qué supones que yo he querido? Nadie nos pregunta si queremos o no. Simplemente lo hacemos porque tenemos que hacerlo. Diría más bien que el dilema es “si podemos o no”. En ese caso sí. Yo pude o más bien mi familia pudo ayudarme. Ahora bien, este éxodo del que hablamos no es propio solamente de unas pocas profesiones. Es algo completamente globalizado. Nuestro siglo es urbano y centralizado, te dediques a lo que te dediques.
En la parte final generas unas imágenes potentísimas, cuando el actor da vueltas sobre sí mismo con un traje regional femenino. “Soy calimocho, trigo y colza. Soy una revista porno dentro de un árbol”. En esta yuxtaposición de ideas parece evidente que no hablas solo de la emigración actual, sino de la que ha sucedido siempre. ¿Te sientes parte de algo mayor?
Hasta el más abstracto de los sentimientos está compuesto por infinitas imágenes concretas. Y en lo concreto, aparece lo colectivo. Me ha escrito mucha gente desde el estreno del corto compartiendo conmigo las imágenes con las que se identificaban: ¡yo también soy una fiesta bacala!¡Yo también soy una monja que ya no es monja!“. Leer todos esos mensajes me ha emocionado muchísimo. Cuando lo individual se vuelve colectivo, nos sentimos todos mucho menos solos.
No sé si ves en las generaciones más jóvenes de aquellos que se han ido fuera, cierta romantización del pasado... Por ejemplo, toda la polémica con el libro Feria de Ana Iris Simón. ¿Vivimos mejor que nuestros padres?
Castilla Mal no habla de volver al pasado. Abrazar el origen o darle un lugar dentro de ti, no significa volver al lugar de dónde vienes, o a vivir la vida según nuestros antepasados, o a ser quien un día fuiste. Hablo de forma simbólica y poética de revisar nuestros vínculos con el lugar de pertenencia y de sanar para avanzar con ligereza, porque en esta pieza, aunque pueda parecer lo contrario, lo que importa es el futuro.
¿Qué vida le espera al corto?
La vida de un hijo siempre es incierta…jajaja… Tú e das todo tu amor y después toma su propio camino. Veremos.