El Palacio de los Condes de Miranda (conocido como el Palacio de Avellaneda), ubicado en Peñaranda de Duero (Burgos) pasa a manos privadas durante cincuenta años, aunque se podrá prorrogar hasta los 75 años. La Junta de Castilla y León ha firmado esta semana la concesión del palacio al Grupo Olmedo Hoteles S.L —cuya marca comercial es Castilla Termal— para instalar un balneario y hotel de cinco estrellas.
Esta iniciativa partió de una solicitud formulada por la empresa a finales de 2022. La Consejería de Cultura (que dirige Vox) inició el procedimiento por si hubiera otra empresa interesada, aunque no fue el caso y finalmente el Grupo Olmedo Hoteles fue el beneficiario de la concesión. Este periódico ha intentado ponerse en contacto con la empresa, que no ha contestado a sus preguntas.
Este palacio del siglo XVI es Bien de Interés Cultural desde 1923, aunque su uso ha sido bastante irregular en las últimas décadas y carecía de un plan autonómico específico de gestión cultural. Parte del inmueble fue rehabilitado a finales del siglo pasado y principios de este: se reordenaron los espacios, se restauraron los artesonados del patio, la escalera y el mismo patio central del palacio, entre otros. Sin embargo, actualmente estaba “casi en desuso”, según la propia Junta de Castilla y León.
El Palacio de Avellaneda tiene dos zonas: una que se añadió en 1949 como espacio de la Sección Femenina de la Falange, que después fue rehabilitada y que acogió cursos de formación a funcionarios con habitaciones adaptadas y baños, un jardín y una piscina que fue de uso público, además de un salón de actos.
Todo ese espacio se cerró en 2011, mientras que la parte noble se ha mantenido abierta estos años para las visitas guiadas. “Tenemos un convenio y los guías enseñan tres o cuatro salas, ahora también hacemos visitas teatralizadas. Se cede el salón de actos para exposiciones esporádicas también”, explica el alcalde de Peñaranda de Duero, Fernando Rioja.
La empresa plantea una inversión de 12 millones de euros y un canon anual de 56.000 euros. El proyecto, según los cálculos de la compañía hotelera de lujo, supondrá la creación de entre 50 y 70 puestos de trabajo directos en los próximos años.
Preside García-Gallardo, pero firma el consejero de Cultura
El acto de firma de la concesión fue presidido por el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, —quien carece de cartera propia— mientras que el responsable de firmar era el consejero de Cultura —también de Vox—, Gonzalo Santonja. El vicepresidente ha defendido esta semana la colaboración público-privada como “elemento impulsor” dentro de la gestión de patrimonio de Castilla y León, capaz de “traer inversiones, riqueza y empleo”. Gallardo ha defendido que este es el modelo “a seguir” para el gobierno autonómico, aunque de momento no se ha hecho público ningún otro proceso similar.
Dudas sobre cómo se garantizarán las visitas
El informe de valoración de ofertas —que da al proyecto 43 de un máximo de 80 puntos— plantea dudas cómo se podrá garantizar la visita pública del espacio, que deben tener todos los BIC: cuatro días al mes de acceso gratuito a sus instalaciones. Se trata de algo que actualmente no se cumple en más de 300 de estos espacios, como ya ha denunciado el Procurador del Común, Tomás Quintana, en ocasiones anteriores.
“La propuesta planteada para las salas más nobles de la planta segunda del palacio como uso de habitación, especialmente el Salón de Embajadores, limita la valoración positiva”, explica el informe de valoración del proyecto, que considera que estos espacios son “clave y definitorios” de la identidad del edificio, que tiene un carácter “singular y de notable valor artístico”.
El alcalde de Peñaranda espera que la empresa sea “sensible” a las demandas del Ayuntamiento, que es la administración que actualmente ofrece visitas guiadas de martes a domingo en la parte noble del edificio. “Esta es una empresa seria, seguro que llegaremos a un acuerdo”, apuntala en declaraciones a este diario.
Esta zona noble fue construida en el siglo XVI por encargo del tercer conde de Miranda del Castañar, Francisco de Zúñiga Avellaneda y Velasco, donde hay un elegante patio señorial con galería doble, desde el que se accede a las habitaciones nobles, decoradas con artesonados. Una elegante chimenea de estucos preside el Salón de Embajadores.
La empresa deberá respetar el edificio, que cuenta con especial protección y el proyecto de la obra debe ser aprobado por la Consejería de Cultura. “La integración de la propuesta respecto al entorno se considera en general correcta en cuanto al volumen y las alineaciones”, explica el informe técnico.
Los trabajos de restauración planteados son “de mantenimiento”
Además, el informe avisa de que no se puede realizar una integración “óptima” de la cubierta planteada en el patio noble, aunque se ha valorado de forma positiva el plan de mantenimiento del BIC durante la concesión. Eso sí, considera a los trabajos de restauración planteados como “trabajos de mantenimiento” propios de un edificio histórico, sobre todo por las grandes intervenciones de restauración realizadas por el gobierno autonómico en las últimas décadas.
El informe de valoración ve de forma positiva el impacto económico que puede tener esta iniciativa, que atraerá a “nuevos viajeros de alto poder adquisitivo” y puede implicar “un importante revulsivo”.
“El turismo de salud es un tipo de turismo cada vez más demandado por todo tipo de usuarios, visitantes y turistas que buscan reparar su salud, desconectar de la rutina o relajarse del estrés a través de la hidroterapia disfrutando también de los muchos atractivos turísticos de naturaleza, gastronomía, enoturismo, cultura y patrimonio que se ofrecen en Castilla y León, un destino líder en turismo de interior, frente a alternativas de sol y playa”, refleja el informe.