Caber
Así, la preocupación es que “se solucione cuanto antes el conflicto” porque en función de la duración de esta guerra van a “variar mucho” las consecuencias que tenga, por lo que considera que el mayor esfuerzo debe centrarse en que pare “de una manera inmediata, lo más rápidamente posible”.
Repercusión
Si la guerra se alarga, ha apuntado, los efectos económicos pueden empezar a ser “relevantes” y mientras ahora, de manera inmediata, la repercusión es en el sector energético, en la inflación, si se prolonga se pueden generar también consecuencias negativas en el sector exportador de Castilla y León, tanto en el sector primario como el sector industrial, dadas sus “importantes cifras”, y las consecuencias serán tanto en las relaciones comerciales con Rusia como en las que se mantienen con Ucrania.
“La economía está tan sumamente interrelacionada que es prácticamente imposible que una sanción económica no tenga efecto boomerang, pero en todo caso va a variar mucho el resultado en función de la duración”, ha insistido.
Enrique Cabero confía en que la legalidad internacional se imponga “de manera rápida” y que, por tanto, los efectos económicos sean lo menos relevantes posibles para la economía.
En esta línea, ha reconocido que la situación va a influir en la reactivación económica que, al igual que ha sucedido con la crisis logística y energética, produce un retardo en la recuperación de las cifras previas a la pandemia, aunque 2022 siga siendo de manera objetiva el “gran año de la reactivación económica” a pesar de la guerra y a pesar de otros factores.
“Yo creo que eso va a seguir siendo así, salvo que el conflicto bélico se extienda en el tiempo y en el territorio”, ha señalado el presidente del CES de Castilla y León, quien ha expresado su esperanza de que no sea así porque cree que la comunidad internacional, particularmente la Unión Europea, han actuado “de manera correcta”.